Hoy resulta casi cotidiano, al echar un vistazo a las
noticias del panorama musical, encontrarse con artistas de acá o
internacionales llenando tanda de estadios (River, Ferro, Huracán, Vélez, el
Único de La Plata, Obras etc) con entradas agotadas desde muchos meses antes.
Así como pasan esos eventos y festivales multitudinarios, uno o dos días
después ya se está pensando en otra cosa. O en los próximos shows; en la fila
virtual en qué tarjeta, qué banco tiene la promoción, cuando hay que validar la
entrada, la app, el QR. Grupos o solistas muy importantes, o de moda muy
reconocidos, que protagonizan eventos gigantes que una vez finalizados
comienzan una rápida cuenta regresiva a la estadística, a la feliz anécdota y
quizás no mucho más.
Sin embargo, pese a tanta sobreinformación y tanto
vértigo de noticias, cada comienzo de septiembre reaparece la efeméride del
Adiós Sui Géneris.
A vista de los números que se manejan hoy, las 26 000 personas
que llenaron el estadio Luna Park en aquellas lejanas dos funciones son un
número casi minúsculo, usual. En aquellas dos presentaciones el cuarteto
liderado por Charly García y Nito Mestre estaba haciendo historia en el
absoluto sentido del término. Hubo un mojón, una conmemoración, presentación de
temas nuevos, se ganaba la atención pública. Una historia muy rica alrededor de
un evento que a lo grande culminaba, al menos oficialmente, un ciclo que había
comenzado discográficamente apenas dos años y medio antes.
Si cada año se habla del Adiós Sui Géneris ¿cómo no lo
vamos a hacer ahora que cumplió medio siglo y con algunas novedades
conmemorativas en curso?
Veamos.
Hacia fines de 1974 Sui Géneris, grupo representado
por Charly García y Nito Mestre, editaba su tercer disco, Pequeñas anécdotas sobre las instituciones. Estaba en un gran punto
de popularidad y nivel artístico dentro del movimiento del Rock Argentino que
todavía tenía bastante de subterráneo pese a ir ganando lugares (publicaciones
como las revistas Pelo y Mordisco, festivales, conciertos en grandes salas de
trasnoche o por la mañana, algunos hits sonando en grandes medios como “La
Balsa” a fines de los 60 o “Muchacha (Ojos de papel)” en los primeros 70 y
algún programa de radio como “El Son Progresivo” o “Alternativa”, o de
televisión “Rock en Teleonce”). Sui Géneris, originalmente formado en 1969 por
Charly, Nito, Carlos Piegari, Alejandro Correa y Beto Rodríguez, y luego de
algunos cambios de integrantes finalmente decantando en un dúo que recurrió
nuevamente a una banda de apoyo al llegar las presentaciones en vivo de su
material grabado, había impactado de entrada con el tema que abría Vida, su primer long play grabado en
1972 y publicado en el primer cuatrimestre de 1973, el que se convertiría en un
himno: “Canción para mi muerte”. En una meteórica carrera ascendente se
sucedieron los éxitos “Aprendizaje”, “Rasguña las piedras”, “Bienvenidos al
tren” de su segundo disco Confesiones de
invierno editado ese mismo año. Sui Géneris estaba emparentado con el
sonido folk: piano, guitarra acústica, flauta y el personal resultado del
amalgamiento de las voces de Charly y Nito, aunque era Mestre con su dulce y
nasal voz quien se recortaba en el rol de vocalista principal. La contundencia
de las composiciones de García, con letras muy representativas de la
adolescencia, habían cautivado a un gran número de público que llenaba sus
shows. Hacia 1974 Charly y Nito deciden establecer a Sui como un grupo, un
cuarteto que presentaba a Juan Rodríguez en la batería y Rinaldo Rafanelli en
el bajo, con la eventual participación del guitarrista David Lebón como
invitado en muchos de sus conciertos.
El tercer álbum presenta un sonido más eléctrico con
amplio protagonismo de los sintetizadores que Charly García había conseguido
que le trajeran desde los Estados Unidos. Las composiciones eran más complejas
y extensas, pese a que había temas como “El tuerto y los ciegos” o “Para quien
canto yo entonces”, cercanos al repertorio clásico y aclamado. Además el disco,
que originalmente se iba a llamar Instituciones
a secas y que presentaba letras más agudas respecto de lo que se vivía en el
momento, sufrió la presión de la censura excluyendo temas ya registrados como
“Botas locas” o “Juan Represión”, debiendo Charly reescribir parte de otros (si
prestan mucha atención van a notar que las voces y guitarras de la estrofa
final de “Para quién canto yo entonces” son un insert dentro de toda la primera parte y el cierre de la canción) y
agregando “Tema de Natalio”, “El tuerto y los ciegos” y “Tango en segunda”. El
disco no vendió como los anteriores. En diciembre hubo una presentación en el
Teatro Coliseo. Comenzado 1975 se presentaron en el interior, tocaron en abril
en el Teatro Gran Rex e iniciaron un ciclo de presentaciones matutinas en el
Teatro Astral a mitad de año donde no todo salió como esperaban. Había un
desgaste por tocar un repertorio similar siempre, pese a que sumaban canciones
nuevas como “La niña juega en el gran jardín” de Rinaldo, “Fabricante de
mentiras”, “Botas locas” o “Alto en la torre”. Este último apareció como única
novedad dentro de un ep editado por esos días que incluía además “Quizás
porqué”, “Tango en segunda” y “Confesiones de invierno”.
La longitud de algunas canciones, que daban margen para
improvisaciones individuales y la disminución de partes cantadas para Nito
Mestre en el nuevo material, fue una de las razones para que el cantante
avalara la idea ya manifestada por Charly en el seno del grupo y cercanos de
terminar con la experiencia de Sui Géneris.
Nito explicó como motivos personales, en el streaming
que produjo en 2020 para la celebración del 45 aniversario del Adiós, que
estaba hastiado del mismo circuito de presentaciones, que el precario equipo de
sonido para los shows de aquel momento, entre la potencia del sonido del grupo
y la fuerte interpretación de los temas por parte del público, le impedía
escucharse, y su malestar por la falta de publicación de los discos del grupo
en el extranjero, lo que no facilitaba que el grupo creciera
internacionalmente.
La idea del fin de Sui Géneris empezó a plantearse
alrededor de mayo de 1975. El productor del grupo, Jorge Álvarez, fue quien
propuso que el cierre del ciclo fuera a lo grande, en el estadio Luna Park y
con la posterior publicación de un doble disco y un film que registrara el
trascendental evento.
El lunes 4 de agosto se pusieron en venta las entradas
para el que iba a ser el gran y único recital de despedida a realizarse el
viernes 5 de septiembre a las 20,30 horas; el título del concierto fue Adiós
Sui Géneris.
Mientras tanto el grupo se presentaba en Uruguay y se
produce la famosa y triste historia en la que detienen al cuarteto y ejercen
violencia sobre ellos por haber cantado en el concierto la, todavía inédita,
“Botas locas”, una canción folk con una letra aguda en contra del ejército. La
frase “si ellos son la patria yo soy extranjero” es cambiada por Charly en el
interrogatorio trocándola por “si ellos son la patria yo me juego entero”.
El furor por la despedida de Charly y Nito llevó a que
un par de semanas antes las localidades quedaran prácticamente agotadas lo que
hizo que se agregara una segunda función para esa misma noche, a las 23 horas.
Las colas alrededor del Templo del Box empezaron desde
muchas horas antes. Filas de adolescentes que esperaban para entrar para su
respectiva función y había quienes tenían tickets para los dos shows. Era un
viernes de llovizna, por eso en la película se ven algunos paraguas en la
festiva parte final. Algunos vendedores tenían en rollos los afiches del Adiós
para ser adquiridos como recuerdo de esa histórica noche. La foto de Charly y Nito
con campera de jean, remera, prendedor, un collar hippie y largas cabelleras
frente a un cielo azul oscuro estrellado fueron tomadas por la fotógrafa y
amiga del dúo Ada Moreno, con arte de Juan Gatti, destacado ilustrador y
diseñador de arte. Esa imagen, que abarcaba todo el gigante poster, se
convirtió en la más emblemática de Charly y Nito. Posteriormente fue utilizada
en el afiche oficial de la película, en la publicidad de los álbumes y en
discos de compilados. Otras tomas de esa misma sesión salieron en posters, revistas,
en la tapa del libro Adiós Sui Géneris de Ricardo Montenegro editado en abril
de 1977 (fue el primer libro dedicado al grupo) y en publicaciones de años
posteriores.
Los dos shows fueron un éxito y una fiesta. Un evento
que marcaría un hito en la historia del Rock Argentino; fue la primera vez que
un grupo llenaba por su propia cuenta dos estadios. Un fenómeno social y
cultural que despertaría el interés del público general y haría que varios
medios de comunicación posaran los ojos y las tintas sobre estos cuatro
músicos, con la imagen de García y Mestre al frente.
El sonido de sala lo hizo Teddy Goldman, la grabación
del audio para los discos la hizo Juan Carlos Robertone, las luces corrieron
por cuenta del grupo chileno Los Jaivas, la ambientación de Juan Gatti y hubo
equipamiento del trio Alas.
La película fue dirigida por Bebe Kamin con producción
de Leopoldo Torre Nilson, Jorge Álvarez, Pablo Torre y el local de instrumentos
musicales Casa América. Si bien su estreno se anunciaba en publicidades de
mediados del año siguiente para el mes de agosto, se terminó estrenando el
jueves 2 de septiembre de 1976 bajo el lema “el film que vos esperabas”.
¿Cómo fue el estreno? ¿Cuándo fue el estreno y en qué salas?
Bebe Kamin:
Bueno, el estreno … A ver, por un lado yo tengo que decir que el concierto fue
en una época muy tenebrosa, porque fue en septiembre del año 75. Era un momento
políticamente violento, y de una impunidad en relación a quienes ejercían el
poder en la calle con coches y ametralladoras, y demás. En esa época mataron a
una cantidad importante de gente, y gente muy valiosa; era la Triple A que
estaba funcionando así con el paraguas del gobierno de ese momento. Y el
concierto, en medio de ese clima, creo que la gran virtud y logro que tuvo fue
que adentro del Luna Park vivíamos en libertad. No había represión, no había
censura. No había nada de lo que nos rodeaba afuera del Luna Park. Entonces, yo
creo que eso está en la película. O sea, creo que en alguna medida esa euforia
que hay de los adolescentes, de los jóvenes, esa intensidad que tiene la
comunicación entre el artista y su público tienen que ver con eso, tienen que
ver con que podíamos expresarnos. No tenían miedo, no tenían culpa, no tenían necesidad
de ocultar. Y lo cierto es que en ese momento eso significaba como un logro
extraordinario, un logro libertario, porque salías del Luna Park y estaba la
cana esperando.
Y meses después peor ya; a fines de marzo del 76 …
BK: Sí, eso
ya … en septiembre del 76 era uno de los peores momentos de la Dictadura. La
película fue prohibida por la censura del momento, de la época; por el censor
que se llamaba Néstor Tato. (…) Había un organismo que se llamaba Ente de Calificación
Cinematográfica, que era oficial; o sea era el organismo de la censura del
cine. Todas las películas tenían que pasar por ahí. Si algo le molestaba, o la
cortaba o la prohibida. Hay una película que está hecha con los fragmentos que
cortó Tato. Era un déspota, un autoritario que no tenía ninguna referencia de qué
es lo que tenía que hacer o no. Él hacia lo que le parecía y se acabó, no se discutía.
Y todo el mundo temblaba porque había hecho una película y no sabía si esa
película se iba a poder dar o no. Y uno se pregunta “Bueno, Adiós Sui Géneris
es un concierto de rock en donde hay un conjunto y una audiencia de
adolescentes ¿Dónde está la censura, porqué la prohíben?” Además, me acuerdo,
cuando Nilsson vino y me dice “La prohibió”.
… para menores de 18 años
BK: No.
Primero la prohibió totalmente, no se podía dar. Y el argumento era que se
trataba de una imagen de juventud que el Gobierno no quería alentar ni
difundir. O sea, son los jóvenes descarriados los que cantaban ese tipo de
canciones. Era curioso porque al mismo tiempo, antes del concierto, Sui Géneris
se escuchaba por radio una barbaridad, digamos. Sin embargo el cine es más
peligroso que la radio, sin duda. Una vez que la prohíben Nilsson mismo empezó
a hacer gestiones con gente que él conocía, que yo no participé, y finalmente a
través de cierto tipo de vinculaciones y de presiones logra que Tato cambie la
prohibición por “prohibida a menores de 18” (…) Y se estrenó, efectivamente, en
un cine que ahora ya no existe, que se llamaba Cine Plaza que estaba en
Corrientes casi Carlos Pellegrini (…) Éramos pocos; estaba Charly si, Sui
Géneris estaba completo. Estaba Torre Nilsson, estaban sus hijos. Estaba
Beatriz Guido, que era la pareja de Torre Nilsson. Y bueno, el equipo, la gente
que se yo, y la vimos por primera vez en una sala cosa que fue muy emocionante
pero al mismo tiempo era muy triste, y salimos y cada uno se fue a su casa. Era
un momento muy duro, muy muy duro.
Curiosamente un día después del estreno de la
película, el 3 de septiembre de 1976, Nito Mestre Y Sus Amigos debutaban en el
Teatro Estrellas en lo que luego derivaría en Nito Mestre y Los Desconocidos de
Siempre, su siguiente grupo. Charly ya le venía dando forma a La Máquina de
Hacer Pájaros desde comienzos de año, primero con presentaciones en el
interior, con un ciclo en el local de bowling La Bola Loca en el mes de mayo y
planteando oficialmente su primer disco en la segunda parte de noviembre en el
Teatro Astral.
Los históricos shows en el Luna Park no sellaron el inmediato
fin de Sui Géneris; por compromisos previos hicieron presentaciones los dos
fines de semana siguientes en el interior del país. Bajo el mismo título de
Adiós Sui Géneris tocaron el viernes 12 de septiembre en el Teatro La Comedia
en Rosario (2 funciones) y el domingo 14 a las 20 horas en el Club General Paz
Juniors en Córdoba. El viernes 19 se trasladaron al sur para actuar en la
confitería Géminis de Comodoro Rivadavia, el sábado 20 en el Baile de la
Primavera del Centro Catamarqueño, también de Comodoro Rivadavia, y el domingo
21 en el salón del Club Estrella Norte de Caleta Olivia. Conocida es la
historia que, de madrugada, volviendo al hotel en dos autos y un camión que
llevaba los equipos, este último volcó en la denominada “curva de la muerte” y
casi la totalidad de los instrumentos quedaron esparcidos en un acantilado y
destruidos. Luego de algunos infortunios más, al volver a Buenos Aires se
decidió poner fin al periplo del grupo, pese a que antes de ese fin de semana
planeaban auto-producirse llevando el Adiós a más provincias de la Argentina.
ADIOS SUI GENERIS 50 AÑOS
Se podría decir que el comienzo de las celebraciones
por el medio siglo que se cumplió este año de aquellos dos recitales míticos,
fue el año pasado cuando en el festival BAFICI se proyectó, en una serie de
funciones especiales, una versión restaurada de la película Adiós Sui Géneris en
copia fílmica de 35 mm. Se dio en el Cine Gaumont los días 25 y 28 de abril en
dos funciones por jornada. En una de las funciones su director Bebe Kamin y
Nito Mestre dialogaron con el público. El 1 de septiembre se proyectó en el
cine El Cairo de Rosario dentro del Bafici de esa ciudad santafesina. En el día
del 49 aniversario se pasó en una doble función en el Cine York de Olivos con
la presencia del director, con charla posterior y respondiendo preguntas del
público. Habiendo participado de una de estas funciones noté la gran calidad de
todo el film, no así de los minutos finales. La explicación llegó durante la
charla: el director había guardado en una institución dedicada a la
conservación de películas los cuatro rollos que contenían la totalidad del
largometraje. Al buscarlos, luego de décadas, para esta restauración sólo halló
tres por lo cual los últimos siete minutos provienen de otra fuente de muy
inferior calidad.
Ya en 2025, el 5 de septiembre Nito Mestre hizo un
concierto conmemorativo en el Teatro Opera, misma sala en la que actuaron con
Sui Géneris y en la que él ya venía celebrando aniversarios de Vida y de Confesiones de invierno.
El sello Sony Music, dueño de la totalidad del
material discográfico de Sui Géneris de la década del 70, publicó el viernes 7
de noviembre una reedición de las tres partes del Adiós Sui Géneris (las dos
originales editadas a fines de 1975 y la tercera con material inédito aparecida
a mediados de 1995 mezclada y remasterizada por Michael Fuller en Fullersound
Inc en Miami el año anterior). Esta nueva publicación titulada Adiós Sui Géneris 50 Años, coordinada
por Sony, Nito Mestre y su manager Horacio Nieto, presenta algunas grandes
particularidades: reúne todas las canciones publicadas reorganizadas tratando
de seguir el orden de la primera función, por primera vez presenta en disco el
tema “Mr. Jones o pequeña semblanza de una familia tipo americana” sólo
disponible en la película con el gracioso video clip de los cuatro músicos caracterizados
como familia reunidos en una mesa y arrojándose comida, y en la versión en
vinilo además de las fotos de tapa y contratapa originales hechas por Eduardo
Marti se les suman en los sobres internos y contratapa del volumen 3, fotos
inéditas tomadas en el Adiós por el fotógrafo Rubén Andón, con diseño gráfico
de Ariel Rivas. La versión en cd trae en su interior algunas de esas fotos
tomadas por Andón.
Los formatos físicos para este renovado lanzamiento de
aniversario son dos: vinilo triple con sobrecubierta y digipack tríptico con
dos cds. La tapa es la legendaria imagen del dúo eternizada por Ada Moreno en
el estudio fotográfico de Jorge Fisbein cincuenta años atrás, sobre un fondo y
contratapa negro con letras doradas. Por supuesto, también está disponible en
plataformas digitales. Un total de dos horas y diez minutos de aquella noche.
Cuando uno repasa la historia de Sui, y de estos dos
shows, comprende el porqué de tanto interés: siempre salen datos nuevos,
siempre hay nuevas razones para maravillarse o para redescubrir si uno lleva
tiempo sin escuchar el material. En el comienzo mismo del disco; se escucha el murmullo
de la multitud y de pronto la ovación, por lo que uno intuye que el documento
empieza desde que las luces generales del Luna Park están encendidas y de
pronto se apagan anunciando el comienzo del show por lo que la multitud estalla
(¡qué bien grabado el público!). Primer misterio: ¿Qué es lo que dice en su
totalidad el presentador? Tanto en el disco como en la película se llegan a
adivinar algunos trazos de sus palabras y el remate “Adiós Sui Géneris, que
tengan una hermosa vida”. El presentador fue el locutor Wilmar Caballero, quien
desde hacía tres años conducía el programa de radio Alternativa, dedicado al rock, por Radio Antártida.
Aquel viernes 5 de septiembre, esa presentación que Ud. hace ¿Cómo fue,
estaba escrita? En algunos lados dicen que León Gieco escribió esas palabras,
que fue como un discurso …
Wilmar
Caballero: No, no no. Fue una cosa espontanea. Es decir, primero cuando salgo
al escenario estaba todo oscuro, no se veía nada ...
Claro, en la película se ve eso; casi se ve un poco de siluetas en ese
comienzo, en esa introducción
WC: Claro, y
como la cámara tomaba de arriba de donde están las cabinas de transmisión y
abrían el plano, se veía un montón de gente, pero el escenario prácticamente
nada. Y cuando yo salgo, salgo casi a oscuras, y ahí empiezan a prenderse las
luces del escenario, y cuando digo “Adiós Sui Géneris, que tengan una hermosa
vida”, ahí aparece Charly que se va a los teclados, Nito que aparece adelante,
Rafanelli con el bajo, en fin. Ahí apareció el grupo y se empiezan a abrir las
luces, y Charly haciendo juguetes con los teclados.
(…) le quería pedir, para finalizar, si
recuerda o si puede decir de alguna manera como lo recuerde algo de aquellas
palabras, de aquella presentación que hizo en cada uno de esos dos conciertos
WC: Yo no
recuerdo muy bien, porque fue una cosa improvisada que salió en el momento. Sí
el remate, que es lo que más me acuerdo, porque me salió así espontáneamente
como diciendo “Bueno muchachos, bueno ya se terminaron, que tengan una hermosa
vida”, porque sabía que ellos iban a continuar en el público que los quería,
que los admiraba, como algo que no se iba a terminar por más que ellos
terminaran su relación artística como Sui Géneris. Por eso les decía “Bueno,
ustedes van a seguir, entonces por lo tanto tengan una hermosa vida”, que es lo
que se merece el grupo e individualmente cada uno de ellos, tanto Charly como
Nito.
Al igual que en la parte 1ra, conocida originalmente
en su época, la primera canción es “Instituciones”. El nuevo ordenamiento
técnico nos lleva a que, luego de un breve fade, nos encontremos con “Cuando ya
me empiece a quedar solo” luego seguido por “Bubulina” y posteriormente “Nena”.
La versión de “Cuando ya me empiece … “ la conocimos en 1995. Primero como
parte del tercer cd de la tercera caja de la trunca colección 10 años de vida. Una historia del Rock
Nacional 1968-1977, y al poco tiempo como cd y cassette de Sui Géneris
independiente identificado como la parte 3ra del Adiós. “Bubulina” y “Nena”
también estrenaban formato en aquel tercer volumen, aunque oficialmente ya
habían aparecido en la película en 1976; la segunda con un hermoso video clip
que muestra a las hermanas Pons, idea de Jorge Álvarez, y al grupo en los
estudios Phonalex interpretando el tema, aunque el audio es el del concierto.
Estos dos temas tuvieron futuras versiones definitivas por La Máquina de Hacer
Pájaros y Seru Girán respectivamente. Es de agradecer que los hayan ensayado y
tocado para estos conciertos finales de Sui ya que esas particulares versiones,
con algunos arreglos distintos, esa formación musical y en la voz de Nito
Mestre tienen un encanto que merecía quedar eternizado.
Sigue con el magistral instrumental “La fuga del
paralítico” y la versión con sintetizadores y banda de “Natalio Ruiz, el
hombrecito del sombrero gris”, uno de los nuevos arreglos que hicieron en esa
etapa final del grupo. Sigue con el set acústico que incluye “Confesiones de
invierno” y luego “Fabricante de mentiras”. A continuación, llega “El Fantasma
de Canterville”. Este es un tema intermedio en cuanto a publicaciones, ya que
se conoció en discos desde 1977, primero en el compilado Lo mejor de Sui Géneris, y después en otra recopilación que incluía
inéditos y algunos grandes éxitos, Antología,
de 1987. La interpretación es la misma, pero la toma de audio difiere con
respecto a la editada en la tercera parte en 1995, que es la misma incluida
aquí.
Luego viene “un tema de Rinaldo” como lo presentó
aquella vez Nito, y el bajista canta y toca la guitarra acústica en “La niña
juega en el gran jardín”, un deep cut
del Rock Argentino de los 70; indudablemente una de las mejores baladas de
aquel periodo.
Cuando pensás en Adiós Sui Géneris; un momento que vos hayas vivido
desde el escenario que recuerdes como el momento más alto de alguno de los dos
recitales que vos decís “esto es lo que más me pegó” de ese momento que estabas
ahí tocando ¿Cuál fue?
Rinaldo
Rafanelli: Cuando empieza “La niña” yo canto, viste que dice “La niña juega en
el gran jardín …” en “el” sube la voz ¿no?
Sí
RR: Yo me
acuerdo que cuando empecé a tocar, encima con la guitarra acústica delante de
toda esa multitud, me temblaba el ojete. Entonces cuando empiezo a cantar digo
“La niña juega en el gran jardín …”. ¡Y arrugué! Escuchá el disco. O sea, la
arreglé de oído “en el gran jardín”. En la segunda dije “¡Mah sí! La niña juega
en EL gran jardín …” (vocifera), y
chau, a partir de ahí … Pero recuerdo ese momento que digo “¡No puedo tener
miedo, loco!”. No me lo permití. Escuchá el disco y vas a ver que en la primera
no hago la nota aguda, arrugo. Y en la segunda ahí canto con fuerza como
diciendo “Bueno basta, basta de gilada”. Era un mundo de gente, man. ¡Sabés qué
energía que había ahí! (…) Eso no me lo olvido más.
El cierre del primer cd de esta reedición llega con
“Pequeñas delicias de la vida conyugal”, uno de los temas que más margen le da
a Juan Rodríguez para lucir su destreza en la batería y despacharse con un solo
ajustado y contundente.
Hablemos de los ensayos para el Adiós Sui Géneris …
Juan
Rodríguez: Hubo un mes de ensayos, todos los días. Todos los días; era una
conducta fenomenal porque veníamos de tocar en diferentes lugares. Siempre
estábamos de gira, por suerte, gracias a Dios. Andábamos tocando por todos
lados, pero había una meta que ya sabíamos que teníamos que tocar. ¡Un mes
antes ya se habían vendido todas las entradas! Para que se vendan todas las
entradas en el año 75, 30 000 personas era un montón en esa época. Porque no se
hacían recitales en el Luna Park, lo único que se hizo fue el de La Pesada del
Rock que rompieron butacas …
Eran festivales, pero no shows de un grupo solo
JR: No, pero
aparte Tito Lecture (Nota: Dueño del Luna Park) no
quería alquilar a nadie de música así de rock.
Claro, eso fue como el levantamiento de la veda al rock desde octubre
del 72, consigue Jorge Álvarez que vuelvan a alquilar el estadio para un
recital. Y una doble función.
JR: Entonces
lo vendió como un dúo acústico ¿viste? Yo todavía tengo el contrato guardado de
ese día. Que se firmó el contrato para tocar en el Luna Park, pero estuvieron
diciendo que era un grupo acústico, que esto que lo otro. Y entonces Tito Lecture
no entendía nada del rock, pero así lo alquilaron. Y estuvimos un mes ensayando
todos los días, aparte que veníamos ya del training de tocar por diferentes
lugares. Fue bárbaro, porque ni nos íbamos a imaginar … veníamos tocando en
lugares grandes: en Córdoba, en Rosario. Hacíamos tres, cuatro funciones en un
teatro más chico, pero no nos íbamos a imaginar que un mes antes estaba vendido
todo y que eran 30 000 personas.
El cd 2 de Adiós
Sui Géneris 50 años, o el lado D de la versión en vinilo (es decir el lado
2 del segundo disco) empieza con la novedad, la única variación con respecto a
las publicaciones anteriores. Por primera vez en disco aparece la versión de
“Mr. Jones o pequeña semblanza de una familia tipo americana”. Tomada del audio
de la película y trabajado para empatar con el sonido de las demás canciones,
este missing track discográfico por
fin fue ubicado dentro del contexto en que fue registrado. A continuación
“Aprendizaje”, aunque tal como escuchamos en la parte 1ra original esta venia
después del “aviso” (sólo el estribillo) de “Botas locas” tocado en la primera
función. El clásico por aclamación “Canción para mi muerte” continua en la playlist. Un detalle importante para
comentar es que esta versión no es la misma que puede escucharse en la
película; la del disco es la versión de la primera función y la del film fue
grabada en la segunda.
Después viene el bloque progresivo con “Tango en
segunda” y “Un hada, un cisne”, ambos con unos fantásticos despliegues
instrumentales; no sólo Charly hipnotiza con sus destrezas y climas a los
teclados, incluye un fragmento del “Posludio” del primer disco, sino que
escuchamos a Nito soltarse con la flauta traversa, los riffs de Rinaldo y los
redobles infatigables del gran Juan. Parece mentira que sólo sean cuatro personas
las que producen tan elevada música.
Reaparece un tema de la parte acústica abriendo la
última cara de esta producción con “Para quién canto yo entonces”. Luego uno de
los momentos más recordados y emotivos: el “Chau loco, chau, chau, chau, chau”
de Charly y “Rasguña las piedras” como cierre oficial de cada una de los shows.
Esta canción es otro caso en que los audios del disco difieren con los de la
película. Pese a que en la obra dirigida por Bebe Kamin vemos la despedida de
Charly está empalmada con “Rasguña …” de la segunda función mientras que la del
disco es tomada de la primera función. En el caso de la siguiente canción, “El
blues del levante”, también notamos una diferencia: en el disco Rinaldo dice
“Este es el Blues del Levante”, y en la película “El último tema que vamos a
hacer: el Blues de los Conchetos” mientras Charly a su lado, y entre saltos,
remata “¡Chetos!”. Igualmente me parece que en la película sólo la intro
pertenece a la segunda función, la versión (que en la película muestra sólo al
público festejando, cantando y saltando en el cierre de tan memorable evento)
pertenece a la función inaugural.
El track que en la nueva versión aparece como último
tema, y a modo de bonus track, merece un análisis especial. Se trata de
“Zapando con la gente”, pista aparecida en el primero de los discos originales
y que aúna tres partes bien distintas. Empieza con Rino diciéndole a la
audiencia “No se quejen chicos, ya vendrán tiempos mejores”. El presente
socio-político era muy convulsionado en ese momento estando en democracia y
poco más de seis meses después las cosas empeorarían mucho más. La primera
parte de este medley, por así
llamarlo, incluye el comienzo de “Fabricante de mentiras”, tema inédito, en el
marco de la parte acústica. Ante la participación entusiasta, aunque fuera del
tempo musical, del público se genera un momento de ida y vuelta entre Charly y
Nito con los espectadores lo que deriva en una curiosa improvisación. Charly,
muy alegre, empieza a cantar con gran exaltación seguido por la gente y la
banda que se acopla a la zapada. El audio se corta en un momento suspendiendo
el último “yeah” en un eco para, sin solución de continuidad, dar paso a
Charly, en otro momento diciendo “esto es un aviso” y luego de un conteo los
cuatro hacer el estribillo de la también inédita “Botas locas”. Es sólo el
estribillo, de ahí lo del “aviso”. Al hacer el armado de este Adiós Sui Géneris 50 años, al no saber
en qué parte ubicarlo dentro de la reconstrucción técnica se optó por dejarlo
al final y consignarlo como bonus track.
En algún momento leí que Nito dijo que “Botas locas”
la habían tocado entera sólo en la segunda función, para “cuando ya estaba todo
cocinado”. Llegado el caso de que las autoridades intervinieran por tal crítica
al sistema y a la institución militar e interrumpieran el show, ya gran parte
de la actuación estaría concluida. Hace cuatro años el sitio de YouTube RarezasSNM, dedicado a toda clase de
hallazgos y curiosidades relacionadas con la trayectoria de Charly García,
publicó un audio nombrándolo como “Inédito: “Zapando con la gente”, Sui Géneris
(¿Completo y sin edición?), 1975”. En primer lugar, presenta el track tal como
aparece en la parte 1ra del Adiós; con el primer fragmento de “Fabricante …”
interrumpida al comenzar la segunda estrofa, luego el diálogo de Charly y Nito
con la gente y la zapada, hasta concluido el conteo de Charly (esto último,
como expresé arriba, perteneciente a otra parte de aquella noche). Luego
empieza lo inédito en este audio, se escucha una grabación de bastante buena
calidad de “Botas locas” tocada por toda la banda, con todo el tono y las
formas propias de lo que conocemos del 5 de septiembre histórico. Empieza
acústica y Charly dice “Una canción de otros conflictos humanos”, después se
suman Rinaldo y Juan. Hay algunos desajustes en ciertas partes, sin embargo es
una versión fresca y enfática. Si bien hay un pequeño corte en el audio se nota
que la canción la cantaron íntegra. El final, en donde repiten el estribillo,
claramente no es el mismo del disco en donde se oyen teclados, y es otra
interpretación. Terminada la canción, luego de la ovación que claramente nos
ubica en el Luna Park, Charly pregunta al público “Bueno ¿Hicimos el
“Fabricante …”, o no? ¡Ah, llegamos a la mitad y salimos con esta!”. Nito le
dice “Desde la segunda estrofa”. Charly continua “¿Quieren que les cantemos la
otra mitad o pasamos a otra cosa?” Hay una exclamación del público y Charly
responde “Bueno, vamos a pasar a otra cosa …” El No del público hace replantear
a García: “Bueno, vamos agarrar el final …”. Rino: “Vamos desde el “tururú”
¿viste?”. Charly: “Tururururururú, que a ustedes les gustaba, y aplaudían, y se
armaba todo un clima como muy loco ¿viste?”. El bajista acota “Tururú”, en
referencia al tarareo de la canción, como para ordenar y saber el punto en que
toda la banda va a retomar la interpretación cortada por la zapada. “¡Afinando!”,
dice Nito. El tema, en realidad, no lo retoman desde la parte en que dice “Ella
era una típica inocente …” que es donde habían cortado, sino desde la estrofa
final que versa “Querrán saber el fin de nuestra historia …”. Este hallazgo nos
permite deducir que en el tema “Zapando con la gente” confluyen momentos de las
dos funciones: el comienzo de “Fabricante de mentiras” y la zapada propiamente
dicha pertenecen a la segunda función, y el “aviso” con el estribillo de “Botas
locas” a la primera. Luego se escuchan las notas de Rinaldo al bajo,
reemplazando a la guitarra acústica, para la intro de “Aprendizaje”. La versión
completa de “Fabricante de mentiras” pertenece, entonces, a la primera función.
Para concluir este repaso por la historia, el legado y
la vigencia del Adiós Sui Géneris, otro evento a mencionar ocurrió hace unos
días, el 20 de noviembre. La productora Lupino Films hizo un re-estreno del
film dirigido por Bebe Kamín, él mismo estuvo dando una charla y respondiendo
preguntas en una avant premier de prensa que se hizo unos días antes en Villa
Crespo, en una versión digitalizada con una nueva mezcla de sonido. La vuelta
masiva a las salas de cine se dio en al menos 30 salas del país. En este
momento continua en la cadena Hoyts, y algunas otras salas a consultar. Debo
aclarar que no se trata de la misma versión que vimos el año pasado (no hay
como el 35 mm) y que en esta redistribución se han tomado algunas licencias con
las que discrepo. Destaco el mejoramiento de audio que hizo el ingeniero de
sonido Tomás Rojas para la versión de “Mr. Jones o pequeña semblanza de una
familia tipo americana”. Él trabajó el audio de un par de temas, no el de la
totalidad de la película en esta versión 2025. De todas formas, celebro que se
pueda volver al cine para ver a Charly, Nito, Rinaldo y Juan saludando desde la
pantalla grande.
Celebro que siga ardiendo e iluminando la llama de tan
buena música, tan mágico y trascendental evento, y que el Adiós Sui Géneris
siga dando que hablar y siga añadiendo cosas por descubrir y resignificar. Dos
conciertos de rock en plenos 70s en los que ¡no se escuchó una sola nota de
guitarra eléctrica! Sublime!
Los extractos de las entrevistas realizadas a Wilmar
Caballero, Rinaldo Rafanelli y a Juan Rodríguez forman parte del programa de
radio “La Bandeja (Historia y sonido del Rock Argentino)” en su emisión número
58 “Especial Adiós Sui Géneris 40 años” emitido el 5 de septiembre de 2015, y
el extracto de la entrevista al director Bebe Kamin pertenece a la emisión
número 172 de “La Bandeja (Historia y sonido del Rock Argentino)” titulada “A
42 años de la película Adiós Sui Géneris. Entrevista a Bebe Kamin 18-09-18”.
Programas producidos y realizados por un servidor.
Muchas gracias a Sergio Ponfil (Sony Music) y a Cris
Zurutuza de Cris Zurutuza Prensa & Comunicación.
Sebastián
Matatagui

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