LITTO NEBBIA: El festejo por “Melopea” y la música que sigue sonando

 


En abril / mayo de 1974, periodo dentro del cual se registró en 30 horas el disco Melopea, Litto Nebbia tenía 25 años. Un artista joven que, sin embargo, ya contaba con un amplio recorrido y reconocimiento en el panorama musical argentino. Junto con sus compañeros de Los Gatos Salvajes, y luego Los Gatos, son grandes responsables del nacimiento del rock con identidad argentina (en aquel momento denominado beat o música progresiva). Los Gatos pusieron en los oídos de la gente el primer himno de la historia del Rock Argentino en 1967, generando el primer gran éxito y dando definitivo empuje a una Balsa que sigue navegando.

Un break en el que el guitarrista original quedó viviendo en Brasil y el resto de sus integrantes, salvo Litto, se trasladaron un tiempo a Estados Unidos, dio comienzo a su carrera solista con un simple exitoso, Rosemary, y un protagónico en una película que no lo satisfizo. Luego de su primer lp, con grandes temas y arreglos en varios de ellos por Jorge López Ruiz, Horacio Malvicino y Jorge Calandrelli y tocados por sus respectivas orquestas, se produjo el regreso de Los Gatos, a fines de 1969, presentando a un jovencísimo Norberto “Pappo” Napolitano como nuevo guitarrista (quien ya había pasado por la primera formación de Los Abuelos de la Nada, por Conexión Nº 5 y Engranaje), y un nuevo disco Beat Nº 1.

Un año después salió Rock de la mujer perdida, mientras Litto, siempre hiperactivo, realizaba su segundo trabajo solista esta vez ejecutando él mismo todos los instrumentos. El disco final de Los Gatos, registrado entre fines de 1970 y comienzos de 1971, ya reducidos a cuarteto a partir de la salida de Pappo quien se fue a armar Pappo´s Blues, vio la luz recién en 1987, con un lado grabado en vivo en el desaparecido Teatro Odeón de Buenos Aires y otro lado con temas nuevos en estudio.

En 1971 forma la Nebbia´s Band en búsqueda de la fusión con el jazz y la inclusión de instrumentos de viento. Muchos músicos pasaron por la agrupación, entre ellos, Javier Martínez, Domingo Cura, Francisco “Pancho” Álvarez, “Chino” Dominguez, Hermes Collini, Mariano “Pichón” Grisiglione y Alfredo Toth. La alineación que quedó inmortalizada en el único long play y simple que publicó la banda fue Litto en canto, piano, órgano y guitarras eléctrica y acústica, Cacho Lafalce en bajo y voces, Rodolfo García en batería, percusión y voces y Gustavo Bergalli en trompeta, con la colaboración especial en algunos temas de Oscar Moro, Roberto Fats Fernandez y Carlos Goldberg.

La compañía RCA demoró en sacar el disco lo que hizo que Litto edite sus dos trabajos discográficos de 1972 por el sello Trova; por un lado el único álbum con el grupo Huinca y otro de sus grandes álbumes Despertemos en América con raíces folclóricas en canciones como la que bautiza al disco y en “El bohemio”, clásico que contó en percusión con Domingo Cura.

En 1973 comienza el trio que formó con Jorge “Negro” González en contrabajo y Néstor Astarita en batería y cuya fructífera labor se prolongó hasta el doble volúmen Canciones para cada uno. También es el comienzo de la colaboración autoral de Nebbia con la poeta Mirtha Defilpo. Muerte en la catedral se empezó a grabar en mayo y se publicó a fines de junio, siendo completado en 40 horas de estudio. En él participan importantes invitados, como Ciro Fogliatta en piano y co-producción y Oscar Moro en “Dios en más”. Ambos exintegrantes de Los Gatos. También Roque Narvaja, Gustavo Moretto, Bernanrdo Baraj y los arreglos y dirección de cuerdas de Rodolfo Alchourrón, con quién Litto habia tomado algunas clases y colaboraría ese año en el segundo volumen de Sanata y Clarificación, obra notable del guitarrista y director orquestal.

Entre el repertorio se incluyen obras como “Vals de mi hogar”, “El otro cambio, los que se fueron” o “Muerte en la catedral”.

Hacia 1974 Litto Nebbia con González, Astarita y mayoría de letras de Mirtha Defilpo alcanzan una plenitud tal que realizan el que para muchos es el mejor trabajo de Nebbia solista y uno de los discos imprescindibles del Rock Argentino de los 70.

No debemos olvidar que paralelamente durante este periodo Litto compuso, produjo, arregló y tocó con artistas como Johnny Tedesco, Pajarito Zaguri, Owe Monk (de The Con´s Combo), Los Mentales, Cables Pelados, Trio Comunión, Gabriela, Roque Narvaja, Materia Gris, Miguel y Eugenio y Moris. Además participó junto con Domingo Cura del célebre festival y posterior disco Acusticazo y la película Rock hasta que se ponga el sol.

 

 

En la noche del sábado Litto Nebbia y su cuarteto formado junto con los hermanos Nica y Tomás Corley (Los Reyes del Falsete) y Ariel Minimal (Pez) tuvieron reservado el primer horario de La Trastienda en San Telmo para desplegar el postergado recital conmemorativo por los 50 años de la publicación de Melopea. Postergado por razones médicas; a fines de agosto de 2023 Litto sufrió una caída que le provocó la fractura del húmero y la rótula derecha. Este accidente le demandó una larga recuperación por lo cual el recital de festejo por el medio siglo de Muerte en la catedral se postergó para el 5 de diciembre del año pasado en el ND Teatro y el de Melopea, que ya cumplió 51 años, se realizó el 30 de agosto en lo que fue el comienzo de una gira con el mismo motivo.

La Trastienda lucia espectacular. Mucha expectativa por ver nuevamente al Master, a uno de los Artistas más grandes de nuestro país, a un fundador de nuestro rock y a un cantante, músico y compositor de los más reconocibles y personales.



Minutos pasados del horario anunciado el telón se descorrió y nos permitió descubrir a un Litto ubicado a la izquierda en el escenario frente a sus dos teclados Casio y su atril con las letras, exactamente en diagonal a mi ubicación en una mesa compartida con otros colegas. Comenzó con uno de los temas más difíciles de reproducir en vivo “Apelación de otoño”, el primero que tiene arreglos y dirección de Rodolfo Alchourrón en el disco. Junto con “Los lunes de la humanidad”, que abre originalmente el lado 2, incluyen un majestuoso despliegue de cuerdas, corno y arpa, con Rodolfo Mederos en bandoneón y Héctor “Finito” Bingert en saxo tenor. En este caso Litto, tal como explicó después, la interpretó en estado puro como cuando la compuso, y le agregó una frase de “Los lunes …”. En el disco Litto canta en tonos especialmente altos, por lo cual hubo que transportar esos temas.

Como suele ser, Litto conversó bastante entre algunas canciones y tras ese primer medley explicó un poco del porqué del aniversario corrido, aseguró que el año que viene se pone al día reuniendo temas de discos de 1975 y 1976, y dio la bienvenida a los hermanos Corley: Tomás en batería, percusión y voces, Nica en bajo y voces y Ariel Minimal en guitarra y voz.

Desde un principio se aclaró que no se pretendía hacer una interpretación calcada del álbum, sino que se versionarían los temas con arreglos e improvisaciones más afines con esta agrupación.

“Amor imbécil” sonó en una versión tranquila y relajada, aunque la parte del solo de Minimal la acercó más a la original.




Melopea era una palabra que yo tuve en una época como una especie de cábala. Nada más porque me gustaba el sonido de la palabra; visualmente era linda escrita, pero no tenía la menor idea de qué quería decir. El día que me enteré en el diccionario que quería decir “Componer canciones”, proveniente del latín, y que también quería decir “Embriaguez, borrachera” ahí dije “Esta es la mía”. Y comencé a hacer algunas producciones por ahí, que para no poner el nombre mío ponía Producciones Melopea. Y nadie sabía qué diablos era esto, porque tampoco tenía lugar físico, salvo mi cabeza. Pero pasó el tiempo y le puse de nombre al álbum este justamente Melopea, y pasado más tiempo se lo puse al sello independiente que seguimos teniendo, Melopea Discos, hace 39 años

Litto empieza en teclados “Qué clase de amor tendrás”, acoplándose rápidamente la banda, y mucho público se suma al coro agregando palmas.

Antes de hacer “Capitanes de esta guerra” menciona a Mirtha Defilpo, y la sociedad autoral y sentimental que formaron por esos años. Recuerda que compusieron juntos cerca de 60 canciones. Esta versión la hizo solo con los teclados e incluyó su inconfundible tarareo.

Una intro de suspenso, con la banda nuevamente completa, no dejó advertir inmediatamente que estábamos saliendo del viaje Melopea por un rato y que estábamos llegando a la última época de Los Gatos. Tocaron “Fuera de la ley”, tema que cierra Beat nº 1. Se mezclaron aires psicodélicos con un primer tramo de improvisaciones del cuarteto.

Refiriéndose a este recordado tema de 1969 Litto reflexiona “¡Y, hay temas que se ponen viejos!” ante la risa de los presentes.

Arremetieron con una versión bossanovesca de “Nueva zamba para mi tierra” del disco en vivo en Obras junto a Los Músicos del Centro de 1983.

Nuevamente sólo con sus teclados Litto volvió al disco tributado para hacer “Cuestión de tiempo”, uno de los temas menos referidos al recordar este disco.

La próxima intro sí ya era más conocida por los nebbieros así que rápidamente supimos que se venía el siempre bienvenido “El rey lloró” de la primera época de Los Gatos.

Siguió un blues local, como lo definió Litto; “Cadenas & moneda”, original del disco de Huinca y que tuvo varias reversiones a través de los años como en el disco Rodar de Nebbia/Pez, Soñando barcos y La melancolía vital de Nebbia y Vitale.



A Litto le alcanzan la acústica y anuncia “una partecita medio guitarrera” y toca una “bien fogonera, aunque nunca estuve en un fogón” antes de rasguear “Gloria y guitarra”, nuevamente Melopea y el cierre del lado 1 del vinilo. Una de las páginas más lindas del álbum. La gente empezó a aplaudir antes de que se terminara de apagar el último acorde. Siguió uno de los temas más recordados y queridos de la dupla Nebbia/Defilpo “Memento mori (Recuerda que debes morir)”, naturalmente con amplio coro de la sala y palmas a partir de la segunda parte. En el disco este tema es cantado a dúo por sus autores, acá Minimal interpreta las estrofas que originalmente grabó la poeta.

El ambiente cancionero y de fogón continuó con “Nunca encontraré una casa como la que hay en mí”, tema inédito de comienzos de los 70 y que grabó para el disco homónimo de 2021.


De vuelta a los teclados retomó la celebración de Melopea con una versión unipersonal de “La lección del viajero”.

A continuación, Litto cedió el micrófono a Ariel Minimal para hacer un tema que pertenece a uno de sus discos solistas. Esta canción, “Huerta grande”, contaba con Litto como invitado en piano y voz. En esta oportunidad lo cantó Minimal. Una zamba, con guitarra eléctrica, percusión y teclados.

Siguió “Restaurant del diablo” realzando un trabajo coral, con teclados y la guitarra haciendo pequeñas figuras.

Después hicieron el tema que cierra el disco, “Melancólica Mirtha”, otro deep cut nebbiero que sin embargo tiene sus seguidores; un espectador la pidió antes del tema anterior. En el disco ese tema se engancha con “Final”, una coda en la que Litto tararea improvisando sobre la orquesta arreglada por Alchourrón. Acá fue reemplazada por el mismo fraseo de “Los lunes de la humanidad” que hizo durante el medley inicial.



Comenzó otro bloque; si antes hubo una parte de guitarra de fogón ahora la guitarra es eléctrica y de rocanrol clásico y poderoso. El comienzo no podía ser otro: “Mujer de carbón” de Los Gatos con Litto y Minimal cantando el coro al unísono. Sin dar un respiro comenzó el riff de “Vertical”, otro tema de 1974 pero editado en simple. Fue la versión más cercana a los temas con banda. Sonó tremenda.

Un Litto de más acá en el tiempo, y en una de sus formas más conocidas, trajo a este encuentro “Está en tus manos”. Si hay celebración está bien que no falte esta canción, muy reconocida por los nebbieros y que debería tener más rotación. Una balada grande.

En la misma línea le siguió un clásico de clásicos “El otro cambio, los que se fueron”, de Muerte en la catedral de 1973. Continuando con “La operación es simple”, que es de las primeras co-autorias con Mirtha Defilpo, también perteneciente a ese disco.

Luego llegó el esperado “La ventana sin cancel”, quizás el tema símbolo de Melopea. El que abre el lado 1, el que salió en simple, con “Vertical” del otro lado. Una de las mejores canciones del Rock Argentino.



El tramo final del concierto incluyó el infaltable “Yo no permito”, otra perla de Muerte en la catedral “Mendigo de la luna” (con una notable nota alta vocal al final por parte de Litto) y “Quien quiera oír que oiga”, cantada por todos.

El cierre fue con una sorpresa absoluta “Deja que conozca el mundo de hoy”, de su primer disco solista de 1969.

Ese fue el final del concierto, que si bien duró un poco más de dos horas y fue excelente, tuvo un sabor a que le dieron cierre ahí porque se habían pasado del horario (había otro recital después). Es raro que Litto no toque “Sólo se trata de vivir” e incluso, por una canción, Melopea no quedó interpretado de forma íntegra. Faltó “Augurio del silencioso”.

Qué decir de la experiencia de volver a reencontrase con Litto Nebbia en concierto. Podría reiterar que fue emocionante, que uno siempre la pasa bien. Que por más objetivo que se quiera ser siempre hay una parte de afecto insoslayable que el Master sabe reafirmar.

¡Si ven un aviso que dice que Litto va a tocar en su ciudad o aledaños simplemente VAYAN!

 


Muchas gracias Enrique y el staff de Melopea Discos.

Reseña y fotos Sebastián Matatagui


Comentarios

  1. Excelente testimonio de lo que fue una velada que en lo personal recordaré por siempre. Saludos, Seba!

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    1. Gracias por el comentario Axel! Concuerdo. Un recital de gran nivel e inolvidable. Y excelente previa conversando con colegas melómanos. Un abrazo!!

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