El redescubrimiento de CARLOS BISSO: Entrevista a Lucia y Mariana Bisso, Zelmar Garín, Marko Martini y Marcelo Ezcurra de Conexión Nº 8
La enigmática figura de Carlos Bisso plasmada en
portadas de discos y simples solía aparecer dentro de las búsquedas, en bateas
y canastos de ventas en disquerías y ferias, de aquellos que nos interesamos
por la historia de la música de acá. Las fotos lo mostraban cantando, o con
expresión seria y extendiendo o empuñando una o ambas manos que siempre vestían
unos oscuros guantes de cuero. Ya desde hace unos 25 años los suyos estaban
dentro de los discos históricos que
cotizaban un poco más dentro de las producciones discográficas de fines de los
60 y comienzos de los 70.
Su nombre venia ligado al de su grupo: Conexión Nº 5,
aunque sus integrantes fueron cambiando.
Me enteré de su fallecimiento pocos días después de que
se produjera, en noviembre de 2005, teniendo más conocimiento de su nombre que
de los temas que había hecho o interpretado. Ya para entonces el único cd
reeditado de su producción, publicado en 1997, se hallaba entre los incunables
que se comercializaban clandestinamente en CD grabado en cuevas y los parques
frecuentados por coleccionistas.
Carlos Norberto Bisso fue protagonista en una época de
beat, soul y psicodelia en Argentina. Cantó desde siempre y de muy joven notó
su talento para la música al aprender rápidamente los primeros tonos en la
guitarra que le fueron enseñados por sus vecinos de Olivos, los hijos del
tanguero Edmundo Rivero. Le pegó el rock en el momento en que era un fenómeno
naciente, le gustaba la música negra.
Participó en festivales, programas de radio y
televisión. En el verano de 1968, en Punta del Este, el productor discográfico
y radial Ricardo Kleiman, que lo había llevado para formar parte de un festival
beat lo une con un grupo que estaba tocando por ahí sin suerte, y ahí surge la
que terminaría siendo la primera formación de Conexión Nº 5. Ese mismo año son
fichados por el sello RCA y lanzan un simple y más adelante su primer larga
duración: Conexión Nº 5 (el de la
banda en un bosque). Hacen muchas presentaciones, Carlos se destaca por su
potente voz, su expresividad, su ductilidad en el canto, su performance y su
gran pronunciación del inglés (ya que fundamentalmente el sello les daba para
versionar temas del mercado anglosajón antes de que los originales salieran en
el país).
En 1969 salió su segundo disco, con el título Carlos Bisso con su Grupo Conexión Nº 5.
La placa fue un éxito rotundo, aunque el título, decidido por la compañía, causó
malestar en los otros componentes dado el enaltecimiento del nombre del
cantante anteponiéndolo al de la agrupación lo que derivó en la partida de
ellos. Una nueva alineación de la Conexión que secundaria a Bisso incluyó entre
sus filas a Carlos Franzetti en órgano y Norberto “Pappo” Napolitano, en guitarra,
que había pasado por Los Abuelos de la Nada y Engranaje. Su estadía duró poco
antes de marcharse a Los Gatos, no obstante dejó su guitarra plasmada en un par
de temas.
A comienzos de 1970 sale su tercer disco (el de la
mano y su cara coloreada) llamado Carlos
Bisso y su Conexión Nº 5. Así como en el anterior disco se incluye su
versión de “Proud Mary” de Creedence Clearwater Revival, en este trabajo se
incluye “A whiter shade of pale”. El sello propio que les imprimió con su
interpretación hizo que se lo identificara con esas canciones en adelante.
Antes de que termine ese año salió Carlos Bisso y su conexión número cinco
(con los rostros de la banda alineados fundiéndose en un horizonte). Ese año
empieza su deseo de cantar en castellano: gana un festival con la canción “Qué
difícil es vivir entero” en el Luna Park y graba “Todo es por ti”, autoría
propia, del 1er Festival de la Canción Latinoamericana de Nueva York.
En 1971 una nueva formación de Conexión incluye a
Ricardo Lew en guitarra, David Lebón en bajo y Quique Sapia (La Barra de
Chocolate) en batería. El 26 de octubre de ese año sufre un muy grave accidente
automovilístico que lo lleva a estar en estado de coma del que salió adelante
milagrosamente. Su recuperación demandó varios meses.
Su compromiso con la militancia y el peronismo lo
llevaron a grabar un simple con los temas “Al poder” y “Juventud argentina
peronista”. En ese año, 1973, registra un disco que sería rupturista; en
castellano. Con muchas composiciones compartidas, temas de autores como Eduardo
Mateo, Carlos Daniel Fregtman, Tono Báez o una versión de Atahualpa Yupanqui.
Este disco que abrazaba el canto argentino y americano, con la esperanza de una
patria grande, se componía de diez canciones y llevaba el título de Americano soy. Un único simple de
adelanto salió, sin difusión alguna. El disco en sí fue un misterio por medio
siglo.
El nombre de Carlos Bisso llegó para, de una vez por
todas, llevarme a adentrarme en su historia en noviembre del año pasado. Un
concierto homenaje al recientemente descubierto y editado disco Americano soy a cargo de sus hijas
Mariana y Lucia Bisso, quienes son las voces principales del grupo Conexión Nº
8 (la banda en realidad se compone por nueve integrantes, pero el ocho que
acostado representa el infinito decantó en esa denominación) debutaba en la
sala Rondeman de Abasto. Ahí fui; primero aprecié una exposición en el hall de
fotos, discos y artículos de colección de Carlos. Luego disfruté del show, en
el que estuvo de invitado el gran guitarrista Ricardo Lew quien participó de la
última etapa de Conexión Nº 5 y del disco Americano
soy, y vi que el guitarrista es Zelmar Garín, un investigador,
multinstrumentista, editor de discos y fanático del beat de los 60 a quien
varias veces crucé en ferias de vinilos. Saludé, supe que tenía que hacerles
una nota para hablar de Carlos, de este descubrimiento de un importante álbum
cajoneado por el sello RCA (también recordé que en 1973 la multinacional dejó
sin efecto la publicación del segundo disco de Sacramento Moviendo la carreta) y sobre esta banda que suena increíblemente bien.
Antes de salir compré el cd, por supuesto.
Zelmar Garin es, además, el autor del Podcast Vinilo y Sustancia, que entre otros
programas interesantes, hace exactamente tres años publicó una serie de cinco capítulos
dedicados a profundizar en la trayectoria de Carlos Bisso, con música de sus
discos y alguna inédita, audios personales rescatados del archivo de Carlos y
testimonios de músicos, productores y gente cercana con un gran valor
documental.
Fui amablemente invitado a un ensayo, el último que
realizaron antes de su presentación anterior en Bebop Club, y reunidos en el
patio del complejo de salas en Villa Ortuzar conversamos con Mariana, Lucia,
Zelmar, contando además con la participación especial de Marko Martini (tecladista)
y Marcelo Ezcurra (vocalista).
Hay una
herencia artística manifiesta en ustedes ¿Cuando empezaron a cantar?
Lucia: Desde que tengo uso de razón que, de alguna
manera, jugábamos. Esto ya sucedía en el intercambio con Carlos, nuestro padre,
en el hogar de la infancia. Había mucha cosa lúdica y de canto, mi viejo nos
sentaba en su falda. Competíamos ambas por el protagonismo de esas escenas, en
donde muchas veces también improvisábamos, inventábamos canciones. Mi viejo era
muy bueno para componer canciones infantiles; era muy muy creativo ¿no? Tenía
una imaginación muy versátil.
Mariana: Si. Tengo el mismo recuerdo que Lucy; la
música medio como un juego al comienzo. Después, a medida que fuimos creciendo,
cada una hizo su camino: Lucy más asertivo en la música, yo más dispersa. Algo
peleada con la música porque tenía como algunos enojos porque sentía que un
poco me había robado a mi papá. Y la verdad es que no habíamos cantado juntas
nunca hasta que apareció Zelmar en nuestras vidas, a traernos información del
viejo. A contarnos que había un disco perdido que estaba hace 50 años esperando
para salir a la vida, y cuando lo escuchamos las dos sentimos que ese disco tenía
que ser cantado y serle devuelto a la gente que era lo que papá quería. ¡Y
bueno acá estamos cantando juntas por primera vez con banda propia!
Digamos, en
toda la vida con Carlos siempre fue algo lúdico ¿Nunca tuvieron necesidad o
ganas de hacerlo profesionalmente?
Zelmar: Pero las dos han cantado profesionalmente
previamente …
Lucia: Si. Yo canté entre los 16 y los 23, 24 años con
una formación de una banda de amigos que se llamaba Había una vez. Hicimos una ópera rock, de la cual Carlos participó.
¿En qué año
fue?
Lucia: Eso fue entre el 96, 97 y 98, más o menos. Se
llamó La Suite de los Colores. Y
después canté con Érica García, canté con Pimpinela, canté con Alika y con
algunos de ellos pude viajar afuera, hice giras. Y después cuando Carlos parte
de este plano, por algún motivo decido desvincularme de mi carrera artística.
No lo decidí conscientemente, se dio ahora con esta re vuelta … Yo creo que
Zelmar, junto con Americano soy, es
parte de la herencia que nos dejó Carlos. La verdadera herencia; la mejor
herencia. Y creo que hasta que esta verdad, este descubrimiento tan contundente
y tan importante en la historia artística de Carlos, como haber recibido la
censura de una obra, o el cajoneamiento,
de alguna manera eso también trascendió y tuvo un impacto. Y cuando Carlos
parte de este plano y de alguna manera esa posibilidad también queda plasmada
como un agujero negro en la historia, bueno, eso trasciende y yo un poco decido
como callar mi voz también. Hasta ahora.
¿Carlos nunca
les comentó nada, no les había hablado de una obra, de un disco de él que había
quedado inédito?
Mariana: Lo descubrimos a través de Zelmar, nosotras
no teníamos idea. Sólo conocíamos la canción “Americano soy”, porque papá la
tocaba cada tanto en casa o cuando hacía algún show. Era una canción que a él
le gustaba mucho, eso sí lo recuerdo; que cada vez que la tocaba la hacía con
mucha emoción. Y ahora que lo pienso, sabiendo toda la historia, quizás hasta
con nostalgia y con una herida ahí abierta. Pero nosotras no teníamos idea que
había grabado un disco de diez canciones, todo en castellano, con canciones de
él, con versiones de canciones de Eduardo Mateo, con una versión de “Los ejes
de mi carreta” de Atahualpa Yupanqui … La verdad es que no lo sabíamos, nunca
lo habíamos escuchado. Hasta que, como dijimos y lo vamos a volver a decir
porque lo merece, aparece Zelmar en nuestra vida diciendo “Chicas, yo tengo
información: hay un disco inédito de su padre con canciones en castellano que
seguramente esté en el sello Sony Music. Vamos a buscarlo”. Y nosotras como
diciendo “No, no. Es imposible lo que estás diciendo”, y a través de contactos
se llega a Sony y descubrimos que ese disco estaba para escuchar completo.
Todo.
Y Zelmar ¿vos
cuando te enterás de que existe Americano
soy?
Zelmar: En realidad, yo accedí y empecé a digitalizar
material para el Podcast, pero la primera conversación grossa que tuve fue con la mamá de ellas, Silvia Martínez. Ella me
recita la letra de “Americano soy”. En el laburo en donde estoy, que es el
Carlos Vega, está el single promocional de “Americano soy”, que es un simple
que claramente no tuvo promoción porque los discos de Carlos Bisso se ven
siempre, porque vendieron un montón, y ese simple no se ve tanto. Y como en el
archivo en donde yo trabajo hay parte del Archivo General de la Nación sabia de
ese simple, que de un lado trae “Americano soy” y del otro lado trae la canción
“Dame compañera”, pero que es muy difícil de encontrar. Asique alguna noción
tenia. Pero después, escuchando el reportaje que me cedió Mario Antonelli, más
unos datos que él me pasa y las cosas que me comenta Silvia, llego a conseguir
los títulos de las diez canciones, más o menos. Le cuento a Alfredo Rosso, que
trabajó en Sony y en BMG, y él me pasó contactos de la persona que trabaja en
el archivo del sello Sony, que antiguamente era RCA. Los sellos se van
fagocitando entre si y ahora básicamente son dos o tres: Sony, Universal y
Warner. Todo el archivo de RCA lo tiene Sony. Lo contacté y le insistí a Luis
Herman, que es uno de los que trabaja ahí en Sony, y él al principio me negaba
que estuviera el material. Lo primero que me dijo Luis es “Mirá ¿Carlos no
estuvo ligado al peronismo?”, le dije “Sí. Grabó un simple con Jorge López
Ruiz”, “Porque acá en 1974, cuando yo entré a trabajar, vinieron los milicos a
RCA y se llevaron varias cintas masters que nunca más devolvieron. Lo más
probable es que lo hayan prendido fuego”. Le digo “Fijate, porque en el 73 estaba
todo bien; había ganado Perón y no había mala onda. Litto Nebbia había sacado
discos políticos en RCA como Muerte en
la catedral o el mismo simple peronista de Carlos salió en una subsidiaria
de RCA que es el sello Groove. Algo tiene que haber”. Y que no y que no, bueno.
A los seis, siete meses, ya estábamos en esos bloques de pandemia que se
abrían, que se cerraban y me acuerdo que Luis me hace un zoom, escuchaba sus chancletas, (risas)
y me dice “Bueno, Zelmar, decime los temas uno por uno, porque ahora tengo
acceso al archivo, que antes no podía porque no podía ir al laburo”. Y ahí me
va diciendo “Uh, sí está. Uh sí, está …” y me dice “están todos los temas; es
más los digitalicé yo hace como 15 años”. Ellos tienen la cinta master original,
ponen “Carlos Bisso” y les aparece todo lo que hay. Después hay otras cosas más
raras: un tipo que vendió tantos discos es raro que durante cuatro décadas, que
es la época de oro de la fabricación y compra de discos de vinilo, cassettes,
después los cds, nunca hubo un grandes éxitos
de Conexión Nº 5. Uno de los tipos que, dentro del beat, yo creo que es el que
más vendió.
Hubo una
edición en cd del primer disco con bonus tracks
Zelmar: Eso lo armó Rosso, a través de BMG. Porque
claramente a Rosso le copa. Incluso
los bonus, que son temas que no están en los discos sino que están en algunos
compilados y otros están en singles, si vos escuchas bien, están sacados de
vinilo. O sea que o todavía no tenían acceso a los masters, que deben estar
porque si está digitalizado Americano
soy, “Suave, suave” y esos temas tienen que estar.
Escuchando el
informe de tu Podcast también surge, contado por el propio Carlos Bisso, que
hay otro disco inédito del año 1981 grabado para el sello de ATC y que muchos
años después llegó a recuperar la cinta de ese trabajo.
Zelmar: Tenemos la torta,
la recuperamos hace poco.
Lucia: Todo fue apareciendo
O sea que hay
un disco inédito más
Zelmar: Hay un disco más y hay otro de inéditos que
estamos preparando. Con algunas cosas que se pueden escuchar en el Podcast,
como el inédito con Pappo de 1969. Un simple que salió con un seudónimo en
Italia. Me acaba de llegar, mañana lo voy a ir a buscar, el simple que grabó en
Perú en 1976. Hay un tema que parece que es una versión de un grupo de rock
peruano y el lado A es “Volare”, el que cantaba Doménico Modugno, pero versión
disco. Así que estoy deseando que sea mañana para ir a buscar eso a ver que joraca es ¿viste? Y hay un montón: desde
las cosas que grabó de entrecasa, que hay un montón de material precioso …
Mariana: ¡Porque Zelmar desgrabó más de 500 casettes!
Claro ¿Esas
eran cosas que tu papá grabó y conservó?
Mariana: Él guardó, guardó, guardó y nosotras nunca le
dimos bola hasta que, bueno, aparece …
¿Tenía cajas
con cassettes, con recortes?
Mariana: Cajas con miles de cassettes aparecen, y a la
par aparece un baúl lleno de recortes de prensa, de revistas, de fotos, de
carpetas, de cartas, cintas …
Lucia: Que todo eso, según el relato de mi tío Luis el
hermano mayor de Carlos, lo guardaba mi abuela Nilia. Entre el 67 y el 69,
donde hay toda esa revolución y en donde Carlos fue furor, digamos, mi abuela
Nilia recortaba y guardaba cada cosita que salía y mi viejo se encargó de
llevarlo con él a lo largo de toda su vida. Porque en alguna mudanza o alguna
situación podría haber desaparecido todo ese material y, bueno, no fue así. Y
algo que a mí me impactó mucho del último tiempo es que Zelmar dice que Carlos
nos hablaba en esos cassettes a nosotras; como teniendo una premonición de que
en algún momento íbamos a tener la sensibilidad y la inteligencia de ir a ese
mensaje (emocionada).
Eso es
increíble también, porque escuchando todas las historias que contaron hay
muchas cosas que parecen mensajes, pistas, anuncios. Ya desde ese diálogo que
ustedes ponen al comienzo del espectáculo, que en algún momento meses atrás le
pregunté a Zelmar al respecto, en donde hablan por teléfono tu papá que lo
llama a Luis Alberto Spinetta. Yo al principio no entendía bien; pensé que era
una nota en un programa de radio en donde lo sacaron a Luis como sorpresa o
algo así. Lo que dice Carlos es “Yo pienso que volvemos a través de nuestros
hijos”. Es lo que se ve en este espectáculo de Conexión Nº 8: la interpretación
en vivo de un disco que por 50 años estuvo inédito y la vuelta de los temas más
reconocidos de Conexión Nº 5 en la voz justamente de sus hijas. En el Podcast
se escucha más del diálogo y tu papá le cuenta a Luis que vos Lucia eras fanática
de Dante, hijo de Luis, que en ese momento estaba en Illya Kuryaki and the
Valderramas, y se sitúa esa charla en el año 1993.
Mariana: Es que Lucy era muy fanática de Dante y de
los Illya Kuryaky …
Lucia: En realidad de los Kuryaky del primer disco
Mariana: … y le decía a mi viejo todo el tiempo “… porque
yo necesito. Porque Dante, Dante, Dante …” (risas)
Imagínense una adolescente fan en esa época, sabiendo que tu papá puede llegar
a contactarte con tu ídolo … Entonces el viejo llama a Spinetta, ¡pero se le
ocurre grabar la conversación! Eso es lo más loco. Graba, tira esa frase, y
cuando Zelmar la rescata de uno de los 500 cassettes grabados aparece como esto
¿no? “Sabés qué Flaco, volvemos a través de nuestros hijos”. Fue como ¡Guau! Como que él sabía que esto iba a
suceder. Es un poco inexplicable.
Zelmar: Previamente le hace escuchar su versión de
“Muchacha (Ojos de papel)”. Algo que para mí a él le quedó como la espina de
que esa versión, que para mí es tremenda, haya sido ninguneada. Él quedó ninguneado
también en la historia oficial del rock.
No es muy
comentado tampoco ese episodio: ¿Cómo fué? ¿Sanata
y Clarificación lo invitó a cantar esa versión en vivo en el primer Festival
BA Rock y fue abucheado?
Zelmar: No, eso es mentira. Porque eso fue un rumor
que se instaló. No sé cómo; de blogs, de internet, de alguna noticia en la
revista Pelo, pero está mal eso; porque él no subió a cantar esa canción. Él
subió a cantar como invitado con Sanata y Clarificación, pero antes de que diga
“A” en el micrófono ya lo empezaron a abuchear. Y después yo no entendía, pero
hablando con uno de sus amigos y productores de la época que era Bernardo
Bergeret, él dice que como en el 70 le habían dado tanta manija con los dos
simples que grabó de canciones en castellano tirados a la balada romántica,
donde ganó dos premios importantes; podría estar más cerca esa música de Piero,
de Facundo Cabral o de Leonardo Favio, el público que se estaba diferenciando
de la música complaciente, y esta grieta que empieza a tejer la revista Pelo, a
Carlos lo pasaron como del otro lado. A pesar de que fue a tocar con un grupo
de los más radicalizados que era tocar con Rodolfo Alchourrón jazz moderno con
un grupazo como Sanata y Clarificación. O sea que no llegó a cantar que le
empezaron a tirar piedras. Y bueno, eso obviamente que lo molestó y se puso muy
triste. Incluso hace una réplica en una revista Pelo explicando esto.
Lucia: O sea, ganó el primer puesto en el Luna Park
del Festival de la Canción Argentina para el Mundo y hay una anécdota que mi
mamá siempre cuenta que estaban los fans de Facundo Cabral que cantaban “Si no
gana Facundo quemamo´ el Luna Park”, y que el jurado le dijo que por ahí la
canción no les había parecido una obra maestra, pero que la interpretación de
Carlos había sido una locura, brillante y que por eso había merecido el primer
premio.
Zelmar: Eso se lo dijo, nada más ni nada menos, un
músico increíble que acaba de fallecer, que es Lalo Schifrin. Eso le dijo a
Bisso; que votó por él, porque la canción no le gustaba, pero la interpretación
fue tan buena que votó por él. Eso es impresionante también, porque era un
intérprete y cantante todoterreno que cualquier música que agarraba le sumaba
un montón de puntos.
Lucia: La hacia brillar
El camino
definitivo hacia la publicación de Americano
soy empieza, entonces, en 2021.
Zelmar: Tuvimos que empezar a presionar porque cuando
apareció esto, en realidad ya veníamos hablando con Sony por esto mismo: que en
50 años a los tipos jamás les interesó la obra de Bisso. Teniendo un artista
que había sido full ventas nunca lo reeditaron ¡ni un Grandes Éxitos! Hicieron
grandes éxitos de lo que se te ocurra. Entonces yo hablé con uno de Sony
diciéndole que habíamos tomado la decisión de que si ellos no subían los discos
los íbamos a subir nosotros. Y cuando tuve el contacto con la otra persona
ligada a lo comercial de la compañía le dije “Mirá, si no empiezan a subir los
discos ustedes vamos a tener un problema”. Entonces ahí, de postre, aparece el
disco inédito entonces se hace toda una campaña de prensa y terminan saliendo
todos los discos reeditados con la sorpresa del disco inédito.
Lucia: Y a mí me impacta la cantidad de comentarios
por las distintas plataformas y redes, de los fans o de la gente que llegó a vivir
el éxito de Carlos en ese momento y que les encantaba y que lo escuchaban,
diciendo que al fin se le hizo justicia. Muchos comentarios enfocados en esta
cuestión del gran artista que había sido, de alguna forma, callado por la
historia oficial. Y a nosotras, que esto me acaba de caer la ficha ahora, como
que lo que nos fue pasando fue que fuimos procesando toda esa información, y de
a poco logrando la postura que Zelmar tuvo desde el momento 1 pero que nosotras
al principio no entendíamos bien de qué se trataba porque tampoco sabíamos ni
valorábamos verdaderamente quién había sido Carlos como intérprete; esta
cuestión tan personal, tan exquisita en su forma de interpretar. Cómo había
sido la historia y, bueno, esta necesidad de volver a poner en valor su obra,
que esté disponible para toda la gente que añoraba volver a escucharlo. Es como
que nosotras fuimos in crescendo, y
obviamente ahora entendemos porqué Zelmar desde el primer momento estaba como
con esa bandera como estandarte ¿no?
Mariana: Es que nosotras no escuchábamos la música de
papá. Nunca.
¿No había
discos de él en la casa?
Mariana: Yo tenía tres vinilos … tengo, ahora tengo
cuatro, cinco vinilos. Que me habían quedado, que había rescatado. No recuerdo
si los traigo conmigo desde mi casa, o … porque tengo amigos que compran
vinilos y “¡Che, acá hay un disco de tu viejo! Te lo compro”. Y me lo
regalaban. Pero la verdad es que no escuchábamos nunca la música del viejo.
Nunca. Hasta que llega Zelmar y dice “Che, muchachas …” toda esta historia bla
bla bla, y ahí como … “¡Ay, bueno, pero no hay donde escucharlo! ¿no?” Si no
tenías un tocadiscos no tenías donde escuchar música de Carlos Bisso. Se suben
todos los discos de a uno, uno por semana creo que fue, a las plataformas
digitales. Cuando empezamos a escuchar los discos fue: ¿¿Cómo no escuchamos
esto antes?? O sea ¿cómo nos pasamos toda la vida, hasta hoy, sin escuchar a
papá? Y hasta nos pasaba que cuando él tocaba, cuando todavía estaba en este
plano y hacia alguna tocada en algún lado era “¡Uy, que fiaca ir a ver a papá a
un bar!” ¡¡Y no íbamos a verlo!! De hecho, yo estuve peleada un mes sin
hablarme con él porque me invitaba, me invitaba y yo nunca iba porque me daba
fiaca, esa es la verdad, porque adolescente “¡No, que bajón ir a ver a tu papá
tocar a un bar!”. Y hoy digo “¡Cómo me lo perdí! Tuve la oportunidad de verlo
hacer esta maravilla en vivo y me lo perdí”. Entonces es un poco como
devolverle todo esto; de subir toda su música a plataformas digitales, de
mostrarle a la gente este disco que es Americano
soy. Es un poco como devolverle todo eso que él estaba pidiendo todo el
tiempo y que no supimos leer.
En 2021
entonces publican Americano soy en
plataformas digitales
Zelmar: Lo publicamos en plataformas con otra tapa …
Mariana: Con otra tapa ¡porque no teníamos la tapa
original! Entonces con un amigo de Zelmar, que es diseñador, elegimos una foto …
Zelmar: Igual la tapa esa la hizo Sony (risas)
Mariana: ¡Tenés razón! Pero bueno, empezamos por ahí:
se armaron algunas tapas porque no sabíamos cuál era la tapa original. Se
subió, y después en una caja nueva aparece, hecho un rollito, cuando lo
abrimos: la tapa original y la contratapa con todos los temas.
Zelmar: Eso fue ahora. ¿El año pasado, no?
Mariana: Si, sí. Debe estar por ahí la fecha
Otro de los
mensajes …
Mariana: Claro. Tipo: “¡Buenísimo, gracias! Subieron
el disco, pero pónganle la tapa original, chicas”
Y lo
editaron: el año pasado salió en cd
Mariana: Si. Ahora vamos a ir por el vinilo, la
verdad. Nos quedamos así como calientes con eso (risas)
Lucia: ¡Y la hinchada lo está reclamando!
Zelmar: Sí. Las pruebas de impresión que encontró
Silvia el año pasado, tienen el número de catálogo, las mismas tipografías que
usaba RCA. O sea que el disco iba a salir; a último momento lo bajaron. Así que
nada, hay algo ahí como ... Queda la eterna pregunta de realmente por qué no
salió. Y nosotros encontramos, entre las cosas guardadas las diapositivas de
prensa, que son más grandes. Por eso pudimos restaurar la tapa.
Lucia: Fue todo un proceso también para nosotras
reconfigurar esta relación que teníamos con nuestro viejo, y también la rotura
que le provocó a Carlos esta censura y cómo fue su vida a partir de este hecho.
Cómo él intentó igual, de diferentes formas: viajó a Estados Unidos, grabó otro
disco de baladas. Nunca jamás dejó de hacer música, pero esto que contaba Mona
(Mariana), que nosotras percibíamos esto; que algo sucedía, algo estaba roto en
él. Y entiendo que eso también nos puso a nosotras como reticentes; esto de
estar siempre intentando, intentando, intentando y que había algo que nunca
terminaba de ser, de encausarse. Y ahora toda esta re significación de la
historia, y bueno, tuvimos que procesar emocionalmente, por lo menos yo en
particular, como el deseo y el lamento de no habernos dado cuenta cuando él
estaba en este plano. Como las ganas de poder decirle a él personalmente, y
esto que también sale en el show cuando en una parte del reportaje el
periodista le pregunta cuál es su deseo más íntimo, más profundo y él dice
claramente, que también está en el Podcast, que mis hijas sepan que yo fui un
campeón (emocionada).
Zelmar: Perdón, porque eso no se lo dice a un
periodista; eso lo grabó a escondidas su ex pareja en una charla que tienen con
una psicóloga.
Lucia: ¡Ah, tenés razón! Con una amiga; se quedaban en
unas juntadas en la bohemia de la noche, y en todo lo que sucede en esos
intercambios. Y encima no sólo lo dice, sino que ella después le dice “¿Por qué
llorás?”. Y eso es fuerte.
Es
impresionante. Además, ustedes publicaron el cd y no se quedaron sólo ahí, que
tranquilamente se podría considerar una misión cumplida; armaron toda una banda
buenísima y salieron a llevar ese disco al vivo. Quería saber quién tuvo la
idea de decir “Vamos un paso más allá, esto lo podemos tocar en vivo”. ¿Cómo
fue todo ese trabajo, cuánto duró la preparación hasta el debut en Rondeman
Abasto a sala llena el 7 de noviembre del año pasado?
Zelmar: La idea fue de ellas dos.
Mariana: Es que nos pasó eso. Estábamos pensando
“Bueno, sí. Que salga el cd” que se yo, y de repente “¡Che; este disco hay que
tocarlo en vivo!”. Cuando nos dimos cuenta que nunca se había tocado en vivo
fue como ¡Hay que hacerlo! Se lo contamos a Zelmar y dijo “Me gusta la idea. Yo
tengo los músicos”. Y como confiamos 100 % en su criterio trajo a los músicos,
y los músicos confiaron en Zelmar y en el proyecto. Después sumamos a nuestra
tercera voz. Gracias al Negro (Carlos Bisso) sumamos a la tercera voz (Marcelo
Ezcurra), porque nosotras decimos que todo esto que sucedió es porque el Negro
quiere que así sea. Voy a decir algo que no se si dije en alguna entrevista
pero lo voy a decir: no por nada también tenemos al señor Marko Martini
(pianista y tecladista), que es casi una emulación de nuestro tío Claudio
Martínez, que también tocaba con el Negro.
Lucia: Que era la segunda del Negro
Mariana: Le hacia la segunda en todo. En la familia de
mi mamá eran seis hermanos; Claudio es el menor de los seis. Cuando mi viejo
empieza a salir con mi vieja, que tenían trece años, Carlos se iba a los
ensayos, y se lo llevaba a Claudito, que tenía ocho, nueve, diez, era mucho más
chico. Entonces se lo llevaba y Claudio se escondía debajo de la mesa a ver los
ensayos de Conexión Nº 5 y ahí empieza a tener este amor por la música; que
también tocaba el bajo, la guitarra, la batería. Era como un super genio, un
personaje hermoso. Entonces decimos que lo trajo además a Claudio a esta Conexión,
lo trajo a Marce que tiene una impronta cuando canta y en sus movimientos muy
del Negro Bisso, que con Lucy en el primer ensayo nos quedamos impresionadas.
Después, lo tenemos a Nahuel en la batería que decimos que es un clon de los
Bisso porque lo mirás y su fisonomía es muy Bisso. Es todo muy loco.
Marcelo Ezcurra: Yo venía escuchándolas acá hablar …
yo siempre me siento como un poco afuera de la banda porque fui como la última
incorporación ¿no? Pero escuchando yo todo el tiempo me entero de cosas, porque
los escucho y digo “¡Che, esto no lo sabía!”, y siento que en realidad este
proyecto es para que sane la familia. O sea, este disco que aparece es para que
la familia Bisso sane. Eso es lo que siento o sea, no es que están haciendo la
música de su padre, están haciendo la música de la familia y están curándose
ustedes de eso que dijiste “¿Por qué no le dimos bola?” Ahora le están dando
bola, y ahora están sanando ustedes a través de él. Es muy impresionante. Y el
papel de Zelmar, como una especie “¡Acá está!”, y ahí surge todo.
Mariana: ¡Él es el canal de Carlos!
¿Y qué dice
mamá Silvia Martínez?
Mariana: ¿Qué dice mamá? Mamá está muy orgullosa de lo
que logramos, de que hagamos este disco. Nos lo ha dicho muchas veces. Mamá es
una mujer muy crítica, con un ojo muy agudo en todo lo que hace, y para
nosotras la vieja es también un referente de laburo, de constancia, de lucha,
de voluntad. De “¿Querés esto? Andá y búscalo, andá y pelealo”. No sabíamos
cómo le iba a caer todo este enamoramiento repentino que ahora tenemos con el
viejo, y la verdad que a ella también le abrió ahí una fibra, un volver al
pasado, a rememorar todo: el archivo, las fotos, el amor, la gente. Y yo creo
que Carlos, un poco, pudo acercarlos porque estaba Silvia al lado también
bancando la parada, porque si no no sé si Carlos hubiera llegado a donde llegó.
Zelmar: Fueron pareja desde muy chiquitos
Mariana: Eran pareja desde los 13 y 15 años. Eran muy
chiquitos y estuvieron juntos muchos años. O sea, mamá lo acompañó en sus
mejores momentos y en sus peores momentos. Siempre ahí bancándolo. Y fue
crítica cuando arrancamos; ella te dice las cosas como las siente y como las
ve. No se guarda nada, pero eso ayuda también a que la cosa crezca, y suma
porotos. ¡Y no falla ni a un show, está siempre ahí!
Marcelo Ezcurra: El otro día estaba a las dos de la
matina mirando la tele … Por eso te digo que hay toda una cosa que se
sensibiliza y que quizás el proceso que está pasando ella hoy no es el mismo de
cuando comenzó el proyecto.
Mariana: Sin duda
Lucia: No, es que ella todo el tiempo dice “Yo no
sabía, yo no sabía”. Como que ella se está dando cuenta ahora también, porque
con la perspectiva y esta re significación de la historia mi vieja también está
entendiendo. Eso es lo que a mí me flashea,
como que la censura fue dada, y fue tan contundente y tan fuerte lo que
sucedió, que trascendió en el silencio familiar.
Mariana: Si. “De eso no se habla”. Nadie habló nunca
de ese disco.
Lucia: Es más; mi tío Luisito, como decíamos hace un
rato el hermano mayor de Carlos que todavía vive, a él le cuesta mucho. Es más
Zelmar lo quiso ir a entrevistar …
Mariana: Primero dijo que sí y después dijo que no.
Lucia: … y le dijo “Prefiero que no”, como que no
puede ... Porque mi tío aparte lo
acompañó mucho a lo largo de toda la vida y en la parte artística.
Mariana: La foto de tapa de Americano soy es sacada por Luis. Y es loco porque él no se
acuerda, pero dice en los créditos que la foto es de él.
Lucia: Luis Gabriel Bisso. Y él a veces cuenta, pero
muy en la intimidad del intercambio con nosotras, que en algunas conversaciones
con Carlos, Carlos le decía “¡Pero no entiendo que pasó! Yo soy bueno. No
entiendo por qué me está tocando vivir esto”. Y cuando Luis te lo relata
aparece una emoción de tristeza y de angustia que todavía no logró trascender.
No sé si lo logrará, lo respetamos. También porque entiendo que haberlo vivido
en carne propia … nosotras no vivimos ese momento tan doloroso; vivimos todos
los coletazos tal vez del después sin entender muy bien qué pasaba. Ahora
entendemos qué fue lo que pasó y lo importantísimo de esto que traía Marce, de
poder sanar es que la verdad siempre sale a la luz y de alguna manera es lo que
permite que los procesos se reediten.
¿Cómo
empezaste Zelmar a trasladar las canciones del disco a la banda para armar el
show?
Zelmar: Primero nos juntábamos con ellas, en la casa
de Lucy o en la casa de Mona, y me iba sacando los temas …
Mariana: ¡Las letras!
Zelmar: Ellas las letras, pero yo los tonos en la
guitarra. Y empezaba tipo más guitarrero para que ellas empiecen a cantar los
temas, y eso estuvo bueno porque ahí también yo aprendí a escucharlo más a
Carlos. Porque cuando escuchás el disco escuchas el contexto de la totalidad
pero cuando empezás a desmenuzar, como todo, empezas a escuchar “Acá hace una
inversión, mirá la frase que hace acá Carlos como respira aquí” o “cómo le da
tal intensidad a tal palabra”. Empezás a hilar fino, y con los acordes y todo
lo demás lo mismo. Pero siempre les inculqué que lo hagamos con el mismo audio.
Por eso, Marko coincide y el trae su Yamaha del 69, yo que les hincho los
quinotos con el fuzz. No es solamente porque yo soy fana sino porque es algo
distintivo de esa época, que aparte es como una distorsión maldita, y así. Con Nahuel,
que yo lo conozco desde chico, uno de los libros que usamos eran los de Alberto
Alcalá, que tiene todos esos ritmos de los 60. Cosas que ya no se enseñan más
en la batería, y obviamente soy fana de los 60, entonces todas esas cosas es lo
que a mí me da identidad en esa música que es lo que a mí me apasiona. Después
de que la parte de voces y acordes estaba más o menos resuelto nos juntamos
varias veces con Marko a tratar de armar bien los acordes.
Marko ¿vos
siempre en los teclados, no?
Marko Martini: Siempre en los teclados, sí. Pianos y,
bueno, ahora me entero que sólo me querían por el órgano (risas). Y fue un desafío sacar los temas. Había cosas que no
dábamos y era probar, probar, probar hasta que dimos, pero …
Zelmar: Hay cosas que son medias libres, más del jazz.
Era de la que se le decía “música ciudadana” y toda esa historia. Igual
nosotros venimos de tocar otras músicas, no solamente rock and roll, y rock y
beat y todas esas cosas, Pero el disco tiene eso ¿no? La cosa folklórica, la
cosa del jazz, la cosa del beat. Los cantautores, porque está Mateo, Tono Báez,
Fregtman; gente que estaba haciendo música nueva en ese momento y que tenía un
cierto espíritu latinoamericanista también. Eso es lo que también le da una
identidad fenómena al disco, muy de la época también. Fue un desafío y lo
fuimos armando.
Otro desafío
y que habrá sido muy complejo es que en el disco estaba la voz de Carlos, y
para el show lo tenían que llevar a dos voces femeninas y después amalgamar
esos registros, o sea no cantar exactamente lo mismo, hacer un contrapunto
vocal.
Mariana: Eso fue y sigue siendo muy difícil porque nos
pasó que por ahí escuchas los temas y decís “Uy, qué lindo, canta hermoso”.
Pero cuando querés empezar a hacer lo que él hace con las canciones ¡es
imposible! Literal, o sea, de verdad que esa emoción, las inflexiones. Esto que
decía Zelmar, dónde respira, donde hace una pausa, donde le mete más power … Es
muy difícil, es muy de Carlos, por eso entendemos que era un intérprete y un
cantante sublime, porque además lo que decimos siempre: en esa época no había
ni auto tune, ni melodín, ni “dale, cortá, pegá, sacá, poné”. No. Él era un
artista que, todos los que grabaron con él dicen que: “Toma 1”, y en la toma 1
salía el tema entero. Y con esa emoción, y con ese sentimiento y con esa garra.
Ese como si fuera el último tema que le tocara cantar en su vida, así cantaba
todas las canciones. Entonces nos encontramos con ese problema: tratar de
emular a Carlos Bisso que tenía una voz increíble con dos voces femeninas. Además,
con el sentimiento de que son las canciones de papá, pero acá estamos ¡tratando
de defenderlo a capa y espada! (risas)
Lucia: Yo en muchas cosas, y esto no es de ahora,
encuentro a Carlos en mi forma de interpretar. Como algo natural, como algo
aprendido, como algo incorporado, como algo que viene de la genética, o de no
sé qué cosa mística, hermosa y alucinante que tiene que ver con este estímulo,
esto de verlo, y esto incorporarlo como parte de un lenguaje, de esta cosa
expresiva tan particular que tenía él. Es más, yo cierro los ojos y puedo
perfectamente saber cómo eran sus caras, su estirada de cuello, sus pasos. Y
bueno, nos pasó con Marce que, primero que viene a complementar también esto
que decís, se sentía como esa falta de esa voz masculina. Y es, de alguna
manera también, tan íntimo que lo que nos pasa con Conexión Nº 8 es que es
perfecto lo que sucede a nivel de la energía. Tengo muchas ganas de que esto
realmente trascienda porque sé que con cada persona que viene y experimenta
esto que logramos, más allá de la musicalidad, se da esa cosa tan sensible y se
genera una mística muy alucinante. Aparte que después nos lo ponen en palabras,
hay una devolución.
Además, en el
show hacen el disco y después una selección de Conexión Nº 5, el tributo a la
banda
Mariana: ¡Exactamente!
Lucia: Exacto, exacto. Bueno, vos Seba creo que lo
podés decir porque a vos te llegó eso y creo que esa emoción es la que también
te motorizó a llegar a esta entrevista y a venir. Gracias por estar siempre
acompañándonos.
Gracias a
ustedes, y les hago las dos últimas preguntas. La primera es para Zelmar
relacionado a lo que me contaba de futuras ediciones que planean hacer.
Zelmar: Con respecto al disco de los 80 nos faltan
datos de la ficha técnica, así que estamos trabajando en ellos. Lo digitalicé
yo; es un disco más melódico. Parece que en algunos temas tocan Hugo y Osvaldo
Fattoruso, hay un tema que tiene una letra de Litto Nebbia. Está Alejandro
Lerner, hay un tema de Lerner. Pero lo que va a salir en algún momento, espero
que este año, es un disco de inéditos y va a salir por el sello Ediciones
Insolubles y la producción la vamos a hacer Noseso Records, que es mi sello, y
las chicas. También hay otro proyecto, que Sony hace tres años que nos viene haciendo la pera como se dice, porque
Conexión Nº 5 sacó muchos singles, y Carlos también sacó varios singles, y ahí
sólo recopilando esos hay más de 20 canciones. O sea, es un disco doble; yo
creo que había contabilizado 24 canciones que no están en los cuatro lps. O
sea, temas que salieron en singles y que salieron en compilados aleatorios.
Nosotros tocamos algunas de esas canciones como “Suave, suave”, que es un cover
del grupo The Equals, pero después hay un montón de temas propios que están en
los singles y no están en otro lado, y algunos son altos temas. El último
simple que sacó Conexión, el lado A es una canción de Carlos que se llama
“Amor”, que es un temazo, y el lado B es un rock and roll totalmente descarnado
que se llama “Bája y ven a buscarlo”, un cover del grupo Slade, con un solo de
David Lebón y Ricardo Lew a dúo. Ese simple está ahí sin reeditar.
Lucia: Y ahora que Zelmar lo está contando, o sea
antes, cuando él nos venía como con esta cosa más combativa, más luche y vuelve
(risas)
Mariana: … estaba enojado también. Se enojó muchas
veces con nosotras, tipo “¡Pero estas pibas no me dan bola, no entienden nada
de lo que les estoy diciendo!” (risas)
Y para nosotras era un montón de información nueva que nos llegaba tipo “¿¿¿Qué
es todo esto???” Y él no podía entender que nosotras no supiéramos; “¿Cómo
ustedes no saben de todo esto?” (risas)
Marko Martini: Yo cuando iba a ensayar me decía “No,
las chicas están procesando todo esto”. Me lo ha dicho, no es un insensible.
Mariana: ¡Las chicas siguen procesando todo esto! (risas)
Lucia: Siguen procesando, pero yo sí maduré ese
sentimiento de decir “Che, o lo editas vos o lo edito yo. Fijate que vas a
hacer, porque esto tiene que estar compartido a la humanidad. Si para vos no te
resulta interesante porque no es rentable, bueno, conversemos lo que haya que
conversar”.
Para cerrar
la nota quería, un poco cada uno, que me digan de los conciertos que hicieron
con Conexión N º 8 alguna breve anécdota o alguna sensación particular que
destaquen.
Marko Martini: Era un proyecto, cuando Zelmar me
convocó, al que no se le podía decir que no y para mí siempre es disfrute y
descubrimiento permanente desde lo estrictamente musical, y de compartir con
gente grosa. Cuando me acuerdo, que me mostraste en el auto, y te pregunté
“¿Quién grabó esto?”, “Es el pibe que viene a cantar con nosotros”, “¡Está
adentro, es un genio!” Entonces siempre es pasarla muy muy bien en todos los conciertos.
Siempre es un placer.
Mariana: ¡Me había olvidado de ese momento! Creo que
era el día que Marce venía a cantar por primera vez y le digo “Escuchá, te
quiero mostrar el señor pibe que viene a cantar con nosotros hoy” (risas)
Marko Martini: Pero por la grabación yo decía “¿Es la
grabación de un yanqui?”. La comunión musical, digo, cada uno logró poner su
pericia, aportar sus notas para lograr que la música tenga un sonido especial. Es
muy rico musicalmente.
Marcelo Ezcurra: Lo único que podría decirte es que si
yo me sumo a este proyecto me sumo porque emocionalmente me dije a mí mismo que
yo tenía que estar. Cuando me enteré cómo venia la cosa dije “Yo tengo que
acompañar esto”. Era muy impactante para mí ver el trabajo que estaban haciendo
ellos tres en particular, como una especie de triangulo para hacerle honor a
Carlos que encima es el padre de las chicas. Y yo dije “Yo tengo que formar
parte de esto. Hay que hacerle honor”. Obviamente que lo conocí a Carlos por
haber escuchado los discos de Conexión, conocerlo como intérprete. Y cada vez
que tocamos algo pasa en el escenario. A veces pasa con alguna estrofa, con
alguna frase, con algún solo de Zelmar. Pasan cosas; yo estoy en un lugar del
escenario medio privilegiado que puedo girar y verlos a todos. Yo creo que este
proceso del que estábamos hablando de sanación nos está afectando a todos, y
nos está hermanando a todos. El proyecto nos termina hermanando a todos, más
allá de que somos músicos, hacemos música y todos tenemos nuestros proyectos mi
corazón tiene un lugar muy particular en este grupo, y lo vivo en cada show.
Lucia: Adhiero a las palabras de Marce en el sentido
de que realmente yo creo que, como te comentaba hace un rato, eso que
trasciende en cada show al público tal vez no pasó tanto en el show de Mar
Chiquita, porque era una multitud de gente que estuvo alucinante porque cantar
para tanta gente estuvo muy bien desde la experiencia de estar en ese escenario
frente a todo ese público, pero adhiero a esta sensación de intimidad, de
emoción, de todo el ambiente que se genera entre la banda y el público en cada
uno de los shows. Aparte pasa esto, después de esa presentación a sala llena,
con tantísima emoción acumulada que terminamos derramando y tocando esa noche decís
“Bueno ¿cómo van a ser los siguientes shows? ¿Cómo vamos a emular o a evocar de
nuevo? ¡Quiero volver a sentir esto!”. Y la verdad que, por suerte, cada uno de
los shows que vinieron después volvieron a representar, porque yo creo que ese
es el espíritu. Ese es el móvil de la banda, lo que nos motoriza y lo que
entiendo que nos va a seguir acompañando; esa característica tan especial y tan
sensible que tiene el proyecto de Conexión Nº 8.
Zelmar: Yo disfruto tocando, me gusta toda la
proyección que se fue dando. Obviamente es muy emotivo; es un show largo así
que siempre hay que estar concentrado más allá de lo que toca uno hay que estar
pendiente también de los compañeros. Escucharse, que es lo más importante de la
música. Y es muy emocionante; el primer show por ejemplo vino un tipo que vio
la foto de Carlos y vino, y no sabía si había entradas, dónde quedaba. Sólo vio
la foto de Carlos, se emocionó y vino, después terminó hablando y era alguien que
había compartido con Carlos su parte militante. No sé si militaban en villas o
fue a tocar a no sé dónde. También en el primer concierto vino Ricardo Lew, que
para mí siempre fue un referente. Yo lo iba a escuchar con Rubén Rada cuando
era niñito, así que estar al lado de él era … me hacía pis encima. Después
estar atrás, comiendo sándwiches y escuchando anécdotas de los Fattoruso, y de
Rada, y todo. Y de Carlos también ¿no? En el reportaje este que me pasó
Antonelli, dice “¡Yo a Lew lo amo!”, así decía Carlos. Después también nos
enteramos que parece que para la producción de ese disco y el de los 80 los
músicos no sé si cobraron. Fue más hacerle el aguante a él, así que claramente
lo querían mucho. Bueno, todo eso va aflorando y siempre hay particularidades
que hacen que todos los shows sean especiales, más allá como dice Lucy que es
verdad que uno fue un evento gigante, pero ese día nos vieron 10.000 personas.
Lucia: Y dicen muchos que Carlos era muy generoso con
los músicos.
Zelmar: Le decían Don Bosco en un momento, en joda, a
Carlos (risas).
Mariana: A mí lo que me pasa, lo que siento en cada
show de Conexión Nº 8, es que siento que cuando nos subimos al escenario lo que
importa son las canciones y dejar el nombre de Carlos bien alto. ¿Viste los primeros
escalones del escenario? Primer escalón y te vas despojando de ese ego que te
hace querer sobresalir por sobre los demás, porque lo que importa son Carlos y
sus canciones. Y eso es lo que me gusta de esta banda.
Conexión Nº 8 (Lucia Bisso, Mariana Bisso y Marcelo Ezcurra en voces, Zelmar Garín en guitarra y dirección musical, Alejandro Caraballo en percusión, Marko Martini en piano y teclados, Matías Díaz en bajo, Nahuel Creche en batería y Manuel Altamirano en flauta traversa, coros y guitarra) presentan “Homenaje a Americano Soy: Carlos Bisso” el viernes 10 de octubre a las 21 horas en el Auditorio Santiago de Liniers del Museo de la Reconquista. Padre Castañeda 470, Tigre centro. Con entrada libre y gratuita.
Muchas gracias Andrea Trujillo, Lucia Bisso, Mariana
Bisso, Zelmar Garín, Marcelo Ezcurra, Marko Martini y Conexión Nº 8. Gracias
Rondeman Abasto.
Sebastián
Matatagui
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