JUNTOS Y DE NOCHE: La Kermesse de PATRICIO REY en el Auditorio Sur



Lejos está de apagarse el fuego iniciado por Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, ese grupo de rocanrol que lideraron el Indio Solari, Skay Beilinson y desde la ingeniería psíquica la Negra Poly hace más de cuatro décadas y que hizo mutis en el que en un principio sería un “año sabático” y terminó siendo un cierre de ciclo.
Que nació como un festejo entre amigos en La Plata con música, actuaciones y delirios varios en el segundo lustro de los 70 para finalizar convertido en conciertos masivos que congregaban público desde los cuatro puntos cardinales a donde sea que Patricio llamaba a misa.
Llenó muchos estadios, entre los más destacados Obras, Huracán, Racing, River, el Patinódromo de Mar del Plata, el Centenario de Uruguay y tuvo un cierre no oficial en Córdoba el 4 de agosto de 2001.


Su público pudo disfrutar de las presentaciones en vivo de las nuevas formaciones de cada uno de sus líderes (Skay desde fines de 2002 y el Indio desde noviembre de 2004 hasta, por el momento, el accidentado concierto en Olavarria en marzo de 2017), como así también de propuestas como SemiDawi, La Favorita, The Comando Pickless o La banda del Piojo que incluían a ex integrantes de las dos formaciones que dejaron huella discográfica en la biografía redonda.
Pero desde el año 2017 existe un motivo para reunirse y volver a presenciar y vivir periódicamente un evento que se acerca mucho al calor y la fiesta que proponía Patricio en sus misas. Un encuentro redondo desde sus frases, banderas, público, contexto y feria con artículos ligados a la imagen de la banda. Hasta tiene un stand oficial de artículos diseñados por Rocambole, el legendario autor de la identidad visual de la banda.
Y la reina absoluta: la música, claro.




Con marco de kermesse (banderitas de lado a lado del escenario, en algún caso hubo sorteos de artículos) los que ponen notas y voces encendiendo la fiesta son Los Decoradores.
Tocan los temas de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, en algunos casos en versiones levemente aggiornadas, a veces siguiendo versiones que los propios Redondos modificaron en algunas de sus presentaciones.
Y no son los Redondos de Patricio Rey pero tampoco son sólo una muy buena banda tributo, porque en el bajo está Semilla Bucciarelli (integrante de PR desde 1982 hasta el último show), como Maestro de Ceremonia y saxofonista Sergio Dawi (saxo y en algún caso tecladista de PR desde fines de 1987 hasta Córdoba 2001), en guitarra Tito Fargo D´Aviero (grabó y tocó en vivo en la etapa de “Gulp!” y “Oktubre”), en batería Hernán Aramberri (trabajó en programaciones y como responsable de la tecnología dentro de Los Redondos desde 1992  después integró la banda del Indio Solari “Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado”). Y tres integrantes de The Comando Pickless: Oscar “Osky” Kamienomosky (guitarra), Fede Garcia Vior (teclados y coros) y Jorge Cabrera )voz).



Llevan recorridos escenarios como el de Ciudad Cultural Konex, Groove, el Teatro Vorterix de Rosario, XL Abasto de Córdoba, el Auditorio Oeste, Club Sportivo Floresta de Tucumán, Sala del Museo )Montevideo) y salas de Corrientes, Misiones, San Luis, Rafaela entre otro destinos en donde late el corazón redondo.
La noche del miércoles 19 de junio la cita era en la zona sur del Gran Buenos Aires, en Temperley y las coordenadas exactas nos depositaban en la puerta del Auditorio Sur.
Sólo caminar desde la estación del tren de la línea Roca hasta llegar a la puerta del lugar el ánimo era netamente de rock y de Redondos. Se escuchaba el solo de saxo de Willy Crook para el exquisito e inédito “Mi genio amor” saliendo de los parlantes de un auto, camperas (porque el clima así lo requería) con dibujos y logos ligados a la banda, reuniones de amigos y la fila para ingresar al recital a minutos de que este empiece. Adentro la atención estaba repartida entre las charlas, el recorrido por la feria redonda y muchos siguiendo las instancias que proponía el partido por la Copa América que en ese momento jugaban la Selección Nacional y su par de Paraguay proyectado en una pantalla gigante al fondo del escenario.
Eran las 22, 25 horas cuando Los Decorados en pleno subieron al escenario. Tocaron un acorde inicial como intro y presentación (lo hacían Los Redondos como así también el Indio en sus primeras presentaciones como solista) y empezaron a recorrer el menú en donde abundaban los clásicos que muchos llevan tatuados en la piel.
Empezaron con “Un ángel para tu soledad”. Fiesta absoluta y cantos desbordados frente a esta hermosa balada que la dupla Beilinson-Solari compuso y presentó en el doble “Lobo suelto, cordero atado”.



Le siguieron dos temas de la primerísima época “Barbazul verus el amor letal” y “Semen up”, ambos temas lo tenían a Tito Fargo en guitarra en las grabaciones en los discos originales. Y acá estaba nuevamente, unos años después con una abundante cabellera blanca, en el escalón superior del escenario, a la derecha, compartiendo sector con Fede en los teclados y Hernán en batería. Justo delante de Tito estaba Semilla Bucciarelli. El grabó todos estos temas y los tocó por infinidad de escenarios con la banda en actividad. Incluso firmó con Skay y el Indio la autoría de un tema que va a estar presente en el set list de esta noche.
El saxofonista Sergio Dawi, ubicado entre Oscar Kamienomosky y el cantante Jorge Cabrera, saluda a la concurrencia. Es otro legendario Redondo y es quien se ocupa, con mucha amabilidad y simpatía, de dirigir esta fiesta.
Siguen con “Motor psico”, el mercado de todo amor, un tema que abría el lado 2 de “Oktubre” cuando este trabajo acababa de salir en vinilo y cassette. Un favorito sin dudas, no sólo del público sino también de los integrantes de PR. La versión que tocaron recordaba a la que Los Redondos hicieron en River Plate en abril de 2000.


A lo largo de la existencia de Los Decoradores, suelen compartir el escenario con invitados que pueden estar directamente relacionados a la historia redonda como a su legado. Este es el caso de quien sube a ocupar el lugar de front man y cantante para los siguientes temas, Ale Kurz cantante de El Bordo. El grupo toca “El infierno está encantador esta noche” con gran desempeño de Fargo, “El pibe de los astilleros”, clásico de La Mosca y La Sopa año 1991, y Dawi con su voz de duende anuncia la próxima selección musical asegurando “este es un tema muy de esta época” como prólogo a “Vencedores vencidos” del álbum Un baión para el ojo idiota de 1988, el primero en donde Sergio imprimió su saxo.


Otro invitado en la voz, el Chino Laborde, quien adopta una postura muy “a lo Indio”. La gente también lo recibe muy bien y se largan con los últimos dos temas de esta primera parte “Roto y mal parado” y esa sinfonía redonda intitulada “Todo un palo” (“cómo no sentirme así?/si ese pero sigue allí!/que podría ser peor? (eso no me arregla …)/eso no me arregla a mí!”). Durante el tema la gente “llamó a un gato con silbidos” como solían hacerlo quienes tuvieron la fortuna de ver al grupo en los 90.
El intervalo, otro clásico entre los mandatos de Patricio Rey, duró diez minutos de manera que 23,20 Los Decoradores estaban otra vez dispuestos a satisfacer los oidos y darle motivos a las gargantas que a lo largo de todo el show cantaron al unísono en la noche de Temperley.
La segunda parte empezó con el “Blues de la libertad” y saltó nuevamente a “La Mosca y la Sopa” con “Fusilados por la cruz roja”.




Para la próxima canción volvió el Chino Laborde a la voz y se sumó en saxo Zeta Yeyaty, quien toca con La Mississippi. Juntos evocaron el tema que cierra oficialmente “Gulp!” (sin contar el epilogo de Lito Vitale) “Criminal mambo”.
Siguen con “Blues de la artilleria”, durante el cual a algún señor de los venenos le habrán picado los oídos, y “Ella debe estar tan linda” de Indio/Skay/Bucciarelli.
Vuelve la voz de El Bordo para hacer “Tarea fina” y “Nuestro amo juega al esclavo”, que nos va a recordar siempre que “violencia es mentir”.
Para el cierre de la segunda parte se reincorpora en la voz líder el Comando Pickless Jorge Cabrera y hacen “Un poco de amor francés” y el infaltable de cada show que refiera al espíritu ricotero “Juguetes perdidos”.
Habían pasado las cero horas y ya era jueves 20 de junio. El break esta vez duró apenas cinco minutos y volvieron para compartir el escenario todos los músicos y soltar al viento otras cinco páginas redondas.




Empezaron a despedirse con “La bestia pop”, y como suele pasar el solo de saxo que originalmente grabó Willy Crook acá es reemplazado por la gente con un eufórico “Vamos Los Redondos, Vamos Los Redondos!”.
Un inédito conocido por todos “Un tal Brigitte Bardot”, de la época de los Lozanazos y los Margarita Xirgus. A continuación arremetieron con “Unos pocos peligros sensatos” con los cantantes compartiendo micrófono y estrofas.
Volvieron al “Baión …” y un infaltable de arenga a las huestes de Patricio “Vamos las bandas” con potente combinación de caños entre Dawi y Zeta.
La presentación de todos los músicos que pusieron marco a esta gran kermesse fue la anticipación inmediata del Gran Final, obvio por otra parte. No podía haber un cierre para un evento dedicado a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota que no sea con “Jijiji” y su pogo más grande del mundo.



En “Yo caníbal” el Indio afirmaba “Cuando el fuego crezca quiero estar allí”. Y la música de Los Redondos está, sigue estando en los pensamientos y en el gusto de miles de seguidores. Muchos, por edad, no tuvieron la posibilidad de ver a la banda que se despidió sin despedirse ya que ni ellos sabían que aquel show en el Chateau de Córdoba de agosto de 2001 iba a ser la última misa. Incluso habrá algún aficionado que no llegó a ver en vivo a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, que por el momento y estando las cosas como están, es bastante complicado que vuelvan a presentarse (aunque no todo está dicho).




Este panorama que parece inevitablemente remitir a que a Patricio solo se lo puede escuchar en cd o Spotify o YouTube en gran parte está subsanado por Los Decoradores, gran banda, que representan los temas muy respetuosamente y que incluye a los originales Semilla, Dawi, Tito Fargo y Hernán Aramberri que de Los Redondos saben y mucho ya que mientras el fuego crecía ellos estaban allí.


Sebastián Matatagui

Comentarios